La Concertación acusa un desgaste en Chile

Franklin RamÍrez, investigador y catedrático

Redacción Mundo

¿Qué lectura da a los resultados de los comicios del domingo en Chile, particularmente a los de la elección presidencial?

El resultado de la elección expresa el desgaste de la Concertación, que es una coalición de cuatro partidos que van de la centroderecha a la centroizquierda y que fueron los artífices del retorno a la democracia y que han gobernado durante casi 20 años. El crecimiento de la derecha chilena y la votación de Marco Enríquez Ominami expresan el agotamiento de esta coalición, que consolidó la transición pero que ha tenido un comportamiento de poca apertura. Este resultado de la Concertación es un desastre, al llegar a 29%, unos 15 puntos de diferencia con la derecha. Parece poco probable que la Concertación logre retener el poder.   

¿El resultado de la elección debe interpretarse como el inicio del fin de la Concertación en Chile?

Me parece que sí. Incluso el voto que obtuvo Enríquez Ominami es básicamente un voto anti Concertación. Y se va a tener que reajustar el sistema político, que es binominal, muy cerrado. La derecha y la Concertación prácticamente se reparten todo el espacio político. De hecho, hay una noticia sorprendente: por primera vez en 20 años han sido elegidos tres congresistas comunistas, como parte de una alianza con la Concertación. Es el agotamiento de un ciclo de casi 20 años. 

¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Nacido en La Paz, Bolivia, de padres ecuatorianos, es un Investigador y catedrático del Programa de Estudios Políticos de la Flacso.   
Su punto de vista. Sea quien sea el ganador de la elección en Chile, las políticas económicas se mantendrán.

Pero ¿qué méritos exhibe Sebastián Piñera, el candidato de la derecha chilena?

Sebastián Piñera es un candidato que representa muy bien el auge de la economía de mercado en Chile durante las últimas décadas. Como sabemos, Chile es un país que aparece casi siempre como una excepcionalidad en América Latina. Lanzado hacia el mercado externo, a la globalización y a la conquista de grandes mercados. Y Piñera es un poco de todo eso. Su figura se corresponde con el modelo económico que Chile ha desarrollado en las últimas tres décadas. Aunque, ciertamente, Michelle Bachelet y Ricardo Lagos han tratado de moderar ese modelo. Él, un multimillonario, expresa esa visión de libre mercado y una visión empresarial de la política. Pero Piñera forma parte de aquellos sectores que en su momento sostuvieron a la dictadura de Augusto Pinochet.    

¿Cree que la derecha chilena ya se ha quitado de alguna manera el estigma del nexo que la ataba con la dictadura de Pinochet?

Tengo la impresión de que aunque habrá ciertos sectores de ese electorado (de la derecha) que aún tendrían razones para justificar lo que hizo el gobierno de facto de Augusto Pinochet, me parece que Piñera toma distancias. Es decir, han logrado salir de ese estigma. Esta votación justamente refleja que ya el estigma  no es tal. Esa siempre fue la gran carta política de la Concertación: nosotros somos demócratas, la derecha es dictatorial. Pero pasados 20 años, consolidado el régimen democrático, ese estigma ya no pesa sobre Piñera. Hay que recordar que hay algunos aspectos de la Constitución aprobada por la dictadura que no han sido reformados en estos años.     

¿La victoria de Piñera en Chile, que sigue a la de Ricardo Martinelli en Panamá, significa un reposicionamiento de la derecha en algunos países de la región?

No estoy muy de acuerdo con esa interpretación. Porque la Concertación ha durado casi 20 años en Chile con gobiernos de derecha y de centroizquierda. Las políticas de ambos prácticamente han sido las mismas. Si gana Frei, él es de la Democracia Cristiana, que es la centroderecha.

Suplementos digitales