Imagen de la esquina de las calles Sucre y Oviedo, en Ibarra, tomada a las 11:25 de este 17 de abril del 2020. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO
Las ocho horas diarias, después de que termina el toque de queda, son intensas, sobre todo en las calles céntricas y mercados de Ibarra, Ambato, Latacunga, Cuenca, Santo Domingo y Esmeraldas.
Entre las 08:00 y 12:00, los vendedores informales, los usuarios de los mercados, las personas que van a las entidades bancarias y otros ciudadanos llenan las calles principales de estas ciudades. Eso pasó este viernes 17 de abril del 2020.
El centro de Ibarra se caotiza hasta las 12:00
José Luis Rosales
Las calles céntricas de Ibarra se llenan de vendedores, especialmente extranjeros, que ofrecen artículos como guantes y mascarillas. Las aglomeraciones se observan entre las 11:00 y las 12:00, como cada viernes. Coinciden en que necesitan trabajar, porque no tiene apoyo de ninguna institución o persona.
Imagen de la esquina de las calles Olmedo y Pedro Moncayo, tomada a las 11:32. Foto: EL COMERCIO
Hay otros como Andrea Gómez que venden frutas en una carreta. Lleva limón, papaya, plátano, piña, mango y durazno y recorre los barrios de la urbe. La mujer comenta que las ventas a domicilio son una alternativa para generar ingresos económicos.
Gómez, que utiliza una mascarilla de tela y guantes de látex, explica que antes de la emergencia vendía porciones de frutas en los buses urbanos.
Ambato fue una feria este viernes
Modesto Moreta
A pesar que el Municipio de Ambato prohibió ocupar los espacios públicos, todos los días los comerciantes se apoderan de las calles y avenidas de la ciudad para vender legumbres, hortalizas, leche carne, pollos y alimentos. Este viernes 17 de abril no fue la excepción.
Los comerciantes se ubicaron en las calles del centro de la ciudad de Ambato, pese al control de los agentes municipales. Imagen tomada a las 10:00 de este viernes 17 de abril del 2020. Foto: Modesto Moreta / EL COMERCIO
También el tránsito vehicular se volvió caótico en algunas calles del centro y en las avenidas Julio Jaramillo, Bolivariana y el Paso Lateral que son utilizadas por los mercaderes, ante el cierre del Mercado Mayorista de Ambato, para vender sus productos. Grandes camiones y camionetas se ubican para descargar y cargar los alimentos que son distribuidos a la Costa y el Oriente.
En el centro de la urbe, los alrededores de los mercados están llenas de comerciantes que venden sus productos sin control sanitario.
Los mercados de Latacunga son sitios de concentración
Fabián Maisanche
En Latacunga, los mercados y plazas son frecuentados por indígenas y vecinos de varios barrios. Algunos van a proveerse de alimentos, pagar deudas en los bancos y cooperativas, cobrar el bono o salen a caminar; así lo hicieron este viernes 17 de abril. Otros buscan que alguien los lleve a trabajar, se acerquen a lustrarse los zapatos o compren papel higiénico o frutas. Eso ocurrió este viernes 17 de abril.
Los comerciantes informales se ubican en los alrededores de los mercados Cerrados y El Salto, en el centro de Latacunga. Imagen tomada a las 09:00 de este viernes 17 de abril. Foto: Fabián Maisanche / EL COMERCIO
María Vega es una de los cinco lustrabotas que tienen sus puestos de trabajo en los exteriores del mercado El Salto. Ha salido tres veces en la semana y ha tenido 11 clientes. “Nosotros vivimos del día a día. Hemos hecho algo para la comida”, aseguró Vega.
Las calles y avenidas cercanas al centro de la ciudad son caóticas, al igual que la circulación vehicular.
Los informales de guantes y mascarillas van a los mercados de Cuenca
Lineida Castillo
En Cuenca, los vendedores informales de alimentos y de implementos de bioseguridad salen a trabajar todos los días y este viernes 17 de abril fue así. No recorren la ciudad, sino que se ubican en los exteriores de los mercados.
Comerciantes, compradores y carros en en el sector del Mercado 10 de Agosto, en el Centro Histórico de Cuenca. Imagen tomada a las 10:30 de este viernes 17 de abril. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
Antes de la emergencia sanitaria, Rosario Cagua vendía accesorios para el cabello y bisutería cerca del mercado Nueve de Octubre, en el Centro Histórico. Ahora vende mascarillas y guantes. Llega antes de las 07:30. Cambió de negocio porque lo otro no tenía salida, vive de las ventas diarias y tiene tres niños que alimentar.
Según Cagua, los productos de bioseguridad tienen salida porque son parte de las exigencias del Municipio para todas las personas que ingresan al mercado. Compra la caja de guantes de 100 unidades en USD 7 y vende en el día 30 pares a USD 0,50, cada uno.
Las ventas se realizan en los semáforos en Santo Domingo
Bolívar Velasco
Los semáforos se han vuelto los sitios de las ventas de los comerciantes informales en Santo Domingo de los Tsáchilas. El limón, mascarillas, guantes, naranjas y hojas de eucalipto son los productos que más se expenden. El ajetreo comienza en las mañanas y se mantiene hasta el mediodía.
En la avenida Abraham Calazacón, en el centro de Santo Domingo, los vendedores ofrecen productos cítricos a los conductores. Imagen tomada a las 12:19 de este 17 de abril del 2020. Foto: Bolívar Velasco/ EL COMERCIO
Este viernes 17 de abril, en la avenida Abraham Calazacón, en el centro de la capital Tsáchila, los comerciantes se reunieron en grupos de tres personas para vender por USD 1 unos 30 limones. Rodrigo Mora es de Venezuela y dejó la limpieza de parabrisas para comercializar limones. Estuvo dos semanas sin actividad, pero con un grupo de amigos decidió salir esta semana; en el día vende hasta USD 30.
Dos horas de aglomeración de personas en Esmeraldas
Marcel Bonilla
En la ciudad de Esmeraldas, la concentración de personas se registró entre las 09:00 y 11:00 de este viernes. Se reúnen en los exteriores del mercado municipal de abastos, del centro comercial Multiplaza y de los bancos.
Imagen de la calle Olmedo entre Mejía y Manuela Cañizares, en a las 11:40 de este 17 de abril. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los comerciantes informales caminan por el casco comercial de la ciudad en busca de clientes.
En las inmediaciones del Parque Infantil de la ciudad se observa a mujeres que venden comida, pescado fresco, frutas, guantes, mascarillas y todo tipo de accesorios para teléfonos.
La playa de Las Palmas también es un sitio, donde los peloteros se concentran y se resisten a quedarse en casa, especialmente entre las 07:00 y 10:00. Hay control, pero la gente es reacia.
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