Redacción Quito
Fabricio Villamar recuerda cuando los túneles de San Juan y San Roque eran dos hoyos oscuros repletos de lodo y polvo. Tenía 8 años y se metía en ellos con los amigos del barrio para jugar y escaparse de los obreros.
Vivía en el sector de El Tejar y desde entonces le entró un cariño hacia el Centro, por eso, hasta ahora no lo ha abandonado.
Hoja de vida
Fabricio Villamar
El concejal nació en Quito el 30 de julio de 1969. Estudió la primaria y secundaria en la Unidad Educativa Borja 3.
Sus estudios superiores los realizó en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Es abogado.
Presidió la Cámara Junior del Ecuador en 2001. Es gerente de la empresa El Jardinero.
Una sola vez salió de aquel sector. Se mudó a Las Casas, en el norte, y ese mismo año se fue hacia Puyo, a la finca de su abuelo, Pedro Jácome. De él nació parte de su inspiración política, pues Jácome tuvo algunos cargos públicos como la Alcaldía de esa ciudad de la Amazonia.
Además su padre, Fabián Villamar, fue Secretario General del Partido Socialista, durante la dictadura en Ecuador en la primera mitad de la década de los setenta. “En mi familia, la política ha sido pan de cada día, siempre es el tema de conversación”, dice el concejal.
La primaria y la secundaria las cursó en la Unidad Educativa Borja 3, mientras que los estudios universitarios los realizó en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Egresó en 1994, como doctor en Jurisprudencia.
Durante la época universitaria empezó a surgir su acción política. Estuvo involucrado en las directivas del consejo estudiantil. Ahí conoció a Álex Jaramillo, quien se convirtió en uno de sus mejores amigos.
Actualmente, Jaramillo es Secretario abogado de la Facultad de Economía de la PUCE. Su amistad ha sido tan fuerte que Jaramillo le confiaba al edil “la llave de la casa de sus padres para que entre cuando quiera”. Llevan más de 20 años como amigos y Jaramillo confiesa que algunas veces han tenido intensas discusiones, pues “puede llegar a ser necio por tratar de alcanzar sus objetivos”.
Según Jaramillo, el Concejal tiene una personalidad fuerte, “bastante firme en sus convicciones”. Además, cree que su paciencia es frágil, sobre todo cuando la gente no es puntual.
En 2004 volvió al Centro Histórico. Alquiló un departamento de 40 metros cuadrado, a tres bloques del Municipio, en las calles Manabí y Benalcázar; así, se convirtió en el único concejal que llega a pie a la oficina.
Para llegar a sentarse en el sillón de edil, tuvo que moverse políticamente. En 2006 quiso formar el Movimiento Verde con sus amigos para llegar a la Asamblea Constituyente. Sin embargo, fracasó porque no le alcanzaron las firmas.
Luego de esa experiencia, realizó alianzas para obtener una candidatura. Ahí empezó su vínculo con la Concertación Nacional Democrática (CND).
Pablo Lucio Paredes, miembro de Futuro Ya, aliado a CND, afirma que Villamar es un persona apasionada por la política “la que significa servir a los demás”. Asimismo, recalca que Villamar es alguien que quiere hacer cosas distintas .
Para CésarMontufar, asambleísta y fundador de la CND, Villamar es una persona de una “calidez humana increíble”, sin embargo, piensa que a veces puede ser muy impaciente a la hora de querer alcanzar lo que se ha propuesto.
La CND es una agrupación de centro derecha, sin embargo, Villamar no se considera de esa tendencia política sino de centro, porque cree que se deben combatir desigualdades y permitir iniciativas. “La CND es un movimiento que agrupa a varias organizaciones pequeñas”.
Además, el concejal se considera opositor al Gobierno. “Con el extremismo no se llega a nada. Estoy de acuerdo con que hay que mejorar la calidad de vida de la gente, pero no a fuerza de matar a los ricos”. Cree que si una persona arriesga capital, se merece respeto.
Antes de llegar a la concejalía, guiado por su pasión gastronómica, Villamar creó el restaurante Mar y Terrum, no obstante, a los seis meses de apertura debió cerrarlo pues “ la competencia era demasiado fuerte”.
Además, es artesano calificado en la rama de viveros y jardinería artística. Tiene una empresa llamada El Jardinero. Uno de sus trabajos en este aspecto fue el diseño de las jardinerías de la entrada al cañón del río Chiche, en El Chaquiñán, en Tumbaco.
También es apasionado por la guitarra y la oratoria. En 2004, junto con María del Carmen Maldonado y Pablo Illingworth, ganó un concurso continental de debate.
El concejal define a la oratoria como el “espacio donde contrastas la inteligencia más allá del poder y la riqueza”.
En cuestiones sociales, el concejal fue presidente de la Cámara Junior (JCI) de Quito en 1997 y presidente Nacional de la (JCI) del Ecuador en 2001.
En la JCI se hizo amigo de Sebastián Castro, actual gerente de la agencia de publicidad Dupla, quien ha manejado la imagen de Villamar desde la campaña para la concejalía. “Cuando lo conocí, él ya era uno de los duros, a muchos nos ayudó y forzó a trabajar más fuerte para entender el ritmo de trabajo para tener éxito”, dice Castro.
La concejal Dennecy Trujillo, de Alianza País (AP), participa en la Comisión que preside Villamar. Trujillo asegura que ambos no estarán de acuerdo en
todo porque su línea ideológica es diferente a la de AP”. Sin embargo, según Trujillo, Villamar “ha tenido la sabiduría de sumarse a las propuestas del alcalde Barrera”.