La Corporación Financiera Nacional adquirió un edificio que está ubicado en la calle Iñaquito, en el norte de Quito. Foto: Sara Ortiz/EL COMERCIO
A través de un informe presentado en la Fiscalía y en la Contraloría, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) dice haber detectado presuntas irregularidades al interior de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
Según el Consejo, en este proceso se investigaron tres puntos: la compra del nuevo edificio para la CFN (norte de Quito), la contratación de personal y el acuerdo económico con una empresa consultora.
Con respecto a la adquisición del inmueble, en la página 40 del documento enviado a la Fiscalía y a la Contraloría se indica que la CFN negoció el bien por USD 10,5 millones, cuando el avalúo catastral actualizado determinó que costaba USD 6 millones.
A este valor se sumó un 10% adicional, porque el inmueble fue declarado de utilidad pública. Es decir, el valor máximo del edificio era de USD 6,6 millones, por lo que el Consejo de Participación señala una diferencia de 3,8 millones.
Ayer, 14 de junio de 2017, el departamento de prensa de la Corporación Financiera Nacional indicó a este Diario que sus autoridades analizan este tema, pues aseguró que el hecho no se produjo en la administración de Santiago León, quien desde dos semanas preside el Directorio de la CFN.
Dentro de la investigación del Cpccs se explica que en el Plan Anual de Compras del 2016 de la CFN se abrieron partidas presupuestarias para la adquisición de baños, accesorios y la impermeabilización de una losa.
Esto ocurrió, aunque el 19 junio del 2015, funcionarios de la Corporación suscribieron el acta final de recepción “a entera satisfacción” y entre los ítems se estableció la entrega de baños completos y terminados. Estos detalles constan en el documento del Consejo de Participación.
En la denuncia de este ente se indica que también llama la atención el avalúo catastral realizado al inmueble. Por eso pidió que la Fiscalía investigue este hecho y en el documento se menciona un “supuesto tráfico de influencias y un posible peculado”.
Con respecto a la contratación de personal, el Cpccs pide que se indague sobre posibles vínculos entre familiares.
Sobre la empresa consultor, la entidad de control detalló que la CFN adquirió servicios de talento humano con una empresa, y que -según el Cpccs- una accionista pasó a ser gerente de Talento Humano de la CFN un mes después de terminado el contrato.