En el Centro histórico Monseñor Romero en San Salvador se muestra la ropa que usaba monseñor Óscar Arnulfo Romero el día que lo asesinaron. Foto: EFE
El monseñor Óscar Arnulfo Romero es quizás el sacerdote católico preferido por el oficialismo. Su discurso en contra de los medios de comunicación se escucha en todas las sabatinas que realiza el Presidente.
Rafael Correa irá a la beatificación de este obispo que fue asesinado en plena homilía, el 24 de marzo de 1980.
Mañana, 23 de mayo, Correa estará acompañado por cinco funcionarios, cuatro sacerdotes y un civil. Los funcionarios son el canciller Ricardo Patiño; la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga; el secretario Nacional de Comunicación, Fernando Alvarado; el secretario General Jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, y el embajador ecuatoriano en El Salvador, Segundo Andrango.
Por la Iglesia Católica, irán el arzobispo de Quito y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Fausto Trávez, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Babahoyo, moseñor Marcos Caicedo, y el secretario adjunto de padre Omar López.
El único invitado que no tiene función en el Estado o en la Iglesia es Francisco Velasco.