Quito, Ansa
La Comisión de la Verdad, que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos entre 1984 y 2008 en Ecuador, descubrió 469 presuntas víctimas directas y 4 000 indirectas, más del 50 por ciento de ellas durante el gobierno del presidente León Febres Cordero.
El 34 por ciento de los 150 casos corresponde a privación arbitraria de la libertad, el 42 por ciento a tortura, el 10 por ciento a violencia sexual, el 13 por ciento a ejecuciones y el 3 por ciento a desapariciones, detalló a ANSA la presidenta de la Comisión, la religiosa Elsie Monge.
La mayoría de los casos, el 58 por ciento, sucedieron entre 1984 y 1988, durante el gobierno del fallecido presidente de derecha León Febres Cordero. El 42 por ciento restante va desde 1989 a 2008.
La Comisión contó con 650 testimonios de personas que denunciaron su experiencia. Monge aclaró que no se investigaron todos los crímenes porque las víctimas no se acercaron.
“El punto de partida es el testimonio de la víctima, con ese testimonio se trata de buscar otras fuentes para corroborar”, explicó Monge.
Luego de dos años de trabajo, la Comisión planea presentar su informe final en febrero.
La presidenta adelantó que “están apuntando” a que haya “indicios de responsabilidad” en al menos un tercio de los casos.
La Comisión presentará los expedientes más avanzados para que la justicia tome las acciones pertinentes.
“Hay unos casos que nosotros consideramos que están suficientemente documentados y que hay indicios de responsabilidad, esos casos serán los primeros que pasen a la Fiscalía”, señaló Monge.
Se espera que la Comisión aporte sobre la desaparición de los hermanos de origen colombiano Restrepo Arismendy, la exterminación del grupo guerrillero Alfaro Vive Carajo, la muerte de la profesora Consuelo Benavides, entre otros casos.
La Comisión convocó a 286 “presuntos responsables” entre militares y policías en retiro y ex autoridades civiles para rendir su versión, pero sólo 90 de ellos acudieron.
Entre los llamados, estuvo el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien fue gobernador del Guayas en el período de Febres Cordero y ahora es uno de los líderes de la oposición.
Algunos de los ex policías convocados criticaron la labor de la Comisión y lanzaron en diciembre un libro en el que cuestionan a sus integrantes.
“En la conformación misma de la Comisión de la Verdad tenemos a personas que, de alguna u otra forma, tienen una afinidad, han colaborado, han ayudado a gente que tiene que ver con hechos delincuenciales en los años 84 y 88” , dijo el ex comandante de la Policía, Edgar Vaca a radio Quito.
Para los comisionados, la intención de los uniformados es sembrar dudas sobre su trabajo para deslegitimar sus resultados.
El catedrático en derechos humanos de la Universidad Andina, Rómel Jurado, consideró que la Comisión hizo un “esfuerzo sustancial” por investigar los casos presentados, aunque reconoce que tuvo limitaciones de tiempo y de recursos.
“Creo que investigar casos tan complejos, tan difíciles de esclarecer, implica muchos recursos e implica la necesidad de mucho tiempo, lo cual no en todos los casos ha tenido”, dijo a ANSA Jurado, ex secretario ejecutivo de la Comisión.
El académico cree que una de las “grandes virtudes” de la Comisión fue conseguir desclasificar documentos que aclararán más allá de responsabilidades individuales.
“El informe tendrá grandísimos aportes respecto de la actuación, la estructura de los organismos de seguridad en relación a la violación o respeto de los derechos humanos”, destacó Jurado.
La Comisión logró desclasificar de forma inédita unos 300 000 folios considerados reservados a pesar de la resistencia inicial de los mandos.
“En la Policía fue más difícil hasta que casi por casualidad dimos con el archivo de la Unidad de Investigaciones Especiales y solamente ahí había cerca de 250 000 folios”, relató Monge.
La Comisión de la Verdad fue creada en mayo de 2007 mediante decreto ejecutivo y empezó sus labores efectivas en febrero de 2008.
Además de Monge, está integrada por monseñor Alberto Luna, antiguo obispo de la ciudad austral de Cuenca, el ex constituyente Julio César Trujillo y por Pedro Restrepo, padre de los hermanos Restrepo.