Comerciantes de uniformes en Quito reaccionan por cambio de atuendo en planteles municipales

Edwin Live, comerciante de,  ya tiene disponibles las faldas que correspondían al tradicional uniforme del colegio municipal Sebastián de Benalcázar. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO

Edwin Live, comerciante de, ya tiene disponibles las faldas que correspondían al tradicional uniforme del colegio municipal Sebastián de Benalcázar. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO

Edwin Live, comerciante del Centro Histórico de Quito, ya tiene disponibles las faldas que correspondían al tradicional uniforme del colegio municipal Sebastián de Benalcázar. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO

Solo en las calles Mideros y Cuenca, del Centro Histórico de Quito, siete locales ofertan los uniformes de instituciones fiscales, fiscomisionales, particulares y municipales de la ciudad. Los que confeccionan y venden uniformes de planteles municipales tienen una preocupación en común: que los uniformes desde el próximo ciclo escolar Sierra, que se inicia en septiembre del 2019, cambien.

El 11 de julio del 2019 se conoció que los estudiantes de las 20 instituciones municipales de Quito deberán usar un mismo uniforme, compuesto por jeans, camiseta polo con el sello de cada institución y saco azul marino; además del uniforme deportivo: calentador azul marino con camiseta blanca. El objetivo es dar más comodidad a las alumnas, para que ya no usen falda ni zapatos de taco, informó la Secretaría de Educación, Recreación y Deporte del Municipio.

Pero los confeccionistas empezaron a trabajar en los uniformes tradicionales de los planteles municipales desde el mes de abril del 2019. En Trajes Prestige ya compraron las telas para 20 uniformes por cada talla, desde la 30 hasta la talla 40. Faldas, pantalones, blusas y sacos con el bordado de cada plantel ya se encontraban en proceso de elaboración antes de la medida del ente educativo municipal.

Doña Gladys, comerciante de las calles Mideros y Cuenca en el Centro Histórico de Quito, recibirá pronto el pedido de telas hecho mayo del 2019. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO

Los comerciantes aseguran que eso implica una gran pérdida para ellos, ya que las fábricas no les devolverán el dinero de la materia prima. No saben qué harán con los uniformes realizados hasta el momento, ni con las telas que eran exclusivas para cada colegio municipal.

Julieta Balseca trabaja en uno de los locales de la Mideros. Ahí las faldas del plantel municipal Fernández Madrid cuesta USD 14, en promedio. Los precios varían según las tallas. Balseca no sabía de la medida, pero al conocerla aprovechó para llamar a la dueña del local y decirle que no haga los pedidos de telas, ya que en estos días se encuentra gestionando esas compras.

Julieta Balseca, comerciante del Centro Histórico de Quito, pidió a la dueña del local que cancele los pedidos de telas realizados por el cambio en planteles municipales. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO

Gladys Libe es propietaria de Comercial Coltejer. Este fin de mes le entregarán el pedido de telas para colegios de la ciudad, incluidos los municipales. Comenta que pidió al menos una docena por cada talla. En este local las faldas de uniformes se encuentran por unos USD 17, mientras que un saco cuesta USD 19.

“Por el bien de la economía de las familias y de tantos negocios que ya trabajamos en esto, deberían dejar los uniformes al menos por este año y avisar con anticipación de cualquier cambio”, sostiene la comerciante.

Doña Fanny, dueña de Creaciones Gabriela, prefirió no hacer pedidos hasta enterarse qué uniformes quedan definidos para cada colegio. Cuenta que ya ha tenido grandes pérdidas por hacer pedidos por adelantado, cuando se han dado cambios de uniforme en diferentes planteles. “Nos hemos quedado con montañas de mercadería guardada”.

En la calle Mideros del Centro Histórico de Quito, los locales comerciales ofrecen uniformes de planteles de Quito. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO

Solo en faldas, Mónica Toapanta invirtió más de USD 2 000. En promedio pidieron materia prima para 30 unidades en cada una de las seis tallas que ofrece en su local. A ella y su esposo les preocupa la pérdida que representa este cambio. Consideran que cualquier cambio debería socializarse previamente y aplicarse de forma progresiva.

El Municipio de Quito informó que los uniformes de las escuelas y colegios municipales “serán más baratos, inclusivos y seguros para los estudiantes. Según María Alexandra Naranjo, secretaria de Educación del Municipio, los nuevos uniformes costarán USD 90.

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