Comerciantes ubicados en el sector de la avenida De los Granados piden más información de los cierres

Los usuarios de la avenida De los Granados piden mayor información sobre el cierre de vías. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los usuarios de la avenida De los Granados piden mayor información sobre el cierre de vías. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los usuarios de la avenida De los Granados piden mayor información sobre el cierre de vías. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Varias son las dudas que tienen los propietarios de los locales comerciales ubicados en los alrededores de las avenidas Eloy Alfaro y De los Granados; en este sector, desde el martes 8 de marzo, se construye un intercambiador que incidirá en la movilidad y cotidianidad de vecinos, comerciantes y transeúntes. Varios de ellos fueron consultados, la mañana de este miércoles 9, y señalan que hace falta mayor información por parte de las autoridades para saber qué medidas tomar en sus negocios.

Alejandra Monje teme que el tráfico que pudiera generarse ahuyente a los clientes; sobre todo durante el tiempo que dure la construcción de esta estructura. Ella es dueña, desde hace seis años, de un local de lavado de ropa. Cuenta que al día recibe unos ocho o 10 clientes. Pero ayer, nadie llegó a su negocio. Supone que es por el temor a la congestión vehicular que la construcción pudiera causar. Ella espera que sus clientes regresen cuando vean que el tránsito que se forme no es complicado. Lo que si pidió es que haya más información respecto a los tramos que van a cerrarse.

Junto a su local está el de Tatiana Gordillo, de 50 años, quien tiene una tienda desde el 2009. Su mayor preocupación gira en torno a los proveedores, quienes a diario llegan para abastecerla de productos. Teme, además, que el tránsito empeorará cuando todos los alumnos de la Universidad de las Américas ingresen a clases.

Dice que el tránsito vehicular empeoró hace unos cinco años. Hoy, en hora pico, solo cruzar desde la 6 de Diciembre hasta la av. Eloy Alfaro le toma más de 20 minutos en bus. La idea del intercambiador la alienta, pero sabe que durante la construcción habrá inconvenientes.

Ella vive en ese lugar y hace un llamado con relación al servicio de transporte público. Cuenta que la única línea que pasa por allí es Batán-Colmena y teme que desvíen a las unidades por las intervenciones que se realizarán.

La mayor preocupación para Anita Valdez, de 33 años, quien tiene una frutería en el sector, es el tiempo que lleve la construcción. Espera que se cumpla la fecha de entrega de la obra que está prevista para finales de este año.

La duda sobre las vías que se cerrarán a lo largo de la intervención es lo que genera incertidumbre a Víctor Álvarez quien tiene un restaurante en el sector. Cuenta que un buen día, llega a vender hasta 30 platos. Trabaja allí junto a su familia.

Con eso mantiene a sus cuatro hijos. Asegura que la renta es alta en la zona. Pasa los USD 900 por lo que una baja en la venta, le perjudica de sobremanera. ‘Nosotros deberíamos saber con tiempo las vías que van a cerrar para alertar a nuestros clientes. Y si por ejemplo, algún momento no se me va a permitir abrir por la construcción ’.

En el sector hay dos concesionarias de vehículos que, a diario, reciben a sus clientes que llegan en vehículo. Aunque no se pronunciaron oficialmente, uno de los directivos dijo que muchos clientes les han expresado dudas sobre volver o no a, por ejemplo, realizar los mantenimientos de los vehículos si las cosas con el tránsito se van a complicar. Con un movimiento de cabeza, de lado a lado, dice que no sabe qué decirle.

La falta de información es una queja común incluso por parte de los moradores. Víctor Villamarín vive en los condominios El Batán, quien vive allí hace 20 años. El hombre ve con buenos ojos la obra debido a la congestión diaria, solo le preocupa si va a tener vías de acceso para entrar a su conjunto donde hay 552 departamentos y viven unas 1 500 personas. Pide mayor información y colaboración por parte de los agentes de tránsito.

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