Los policías municipales desalojaron a los vendedores informales del mercado modelo. Foto: Modesto Moreta/ EL COMERCIO
En Ambato, los reclamos no faltaron de los comerciantes informales durante el operativo efectuado por la Policía Municipal hoy, jueves 2 de julio del 2015. El control se inició a las 08:00 y se mantiene hasta el momento por los alrededores de las calles Tomás Sevilla, Juan Benigno Vela, Espejo y las avenidas 12 de Noviembre y Cevallos, en el centro de la capital de Tungurahua.
Al menos 30 policías equipados con cascos y toletes impidieron vender a más de 100 personas que comercializaran en fundas verduras, frutas, hortalizas, huevo y otros productos. Eso caldeó los ánimos de los minoristas que reclamaron a los uniformados por esa acción.
En el control apoya la Policía Nacional y los agentes de Tránsito Municipal. Fabricio Calvache, jefe de la Policía Municipal, explicó que hace dos semanas se hizo una socialización con los comerciantes informales para que utilicen los puestos vacíos que hay en las 15 plazas y mercados. Pese a ello no se llegó a un acuerdo.
“Aplicamos la Ordenanza que prohíbe vender productos en la calle. El operativo actual es preventivo, pero si no hay respuesta serán sancionados con una multa de USD 12 la primera ocasión y si es reincidente USD 105”, aseguró Calvache.
Asimismo los productos decomisados serán devueltos a los propietarios con la debida justificación o se entregarán en donación a 32 albergues dedicados al cuidado de adultos mayores, niños o personas con enfermedades terminales. “No queremos tener enfrentamientos, siempre abocamos al diálogo.
El objetivo es tener una ciudad ordenada”, aseguró Calvache.
Los mercaderes cerraron por unos minutos la circulación vehicular en la calle Juan Benigno Vela. ‘Déjenos trabajar y no robar’, ‘No nos vamos a ir, resistiremos’, fueron algunas de las consignas que emitieron los mercaderes.
María Nata, de 50 años, fue una de ellas. La mujer labora hace 30 años. Con lo que gana puede alimentar y educar a sus tres hijos. “Nos quieren dejar sin la fuente de ingresos. A nuestra edad ya nadie nos da empleo”.
Según el Departamento de Servicios Públicos Municipales, hay más de 500 puestos vacantes en los centros de expendio, donde podrían ser reubicados una parte de los comerciantes que laboran en las calles. A pesar se eso, los vendedores se resisten en ingresar a los mercados. “No queremos puestos, porque a los mercados ingresan pocas personas”, contó Paola Sotalín, otra de las expendedoras.