Redacción Quito
La época en la que el chulla quiteño conquistaba el corazón de las guapas capitalinas en su traje sastre y su sombrero de paño quedó atrás.
Ahora la pinta quiteña se caracteriza por su comodidad y su versatilidad. Unos mocasines, yin, camisa y chaqueta en los hombres, y un par de botas, yin más apretados, blusas escotadas y un abrigo -en las mujeres- combinan con el ambiente de los bares, cines, teatros…
El buen vestir
La tendencia para la temporada de primavera de 2010 es el uso de colores cítricos como el amarillo, verde o azul eléctrico.En las oficinas y en las aulas de los centros educativos la pinta quiteña admite ciertas modificaciones, donde de todas maneras se impone un estilo casual.
A Mayra Araujo, quien estudia Administración de Empresas, le gusta “lucir sexy pero sin ser demasiado atrevida”. Por eso, sus botas de cuero negras, unos yin azules ceñidos al cuerpo que delinean las caderas discretamente escondidas debajo de una blusa negra de mangas largas se roban las miradas de transeúntes y conductores, que circulan por la calle Rumipamba, en el norte.
Para el diseñador de modas José Hidalgo, los accesorios, los zapatos y las carteras se cuentan entre algunas de las obsesiones de las mujeres, en lo que tiene que ver con la moda.
Los hombres, en cambio, le prestan más atención a un buen par de zapatos y las chaquetas. Estas últimas -dice Hidalgo- pueden hacer que una ropa casual se vea más formal.
Además de la comodidad, el clima influye mucho en la forma de vestir de las personas, por eso los quiteños generalmente tienden a utilizar colores oscuros, según el asesor de imagen y misólogo Carlos Guerrero.
La diseñadora Maribel Chaves concuerda con él, pero además afirma que la personalidad y el estado de ánimo de cada persona tienen mucho que ver en el momento de seleccionar el modelo y el color de una prenda.
Vinicio Torres, por ejemplo, busca una camisa negra en la tienda de Eduardo Naranjo, en La Mariscal. Torres prefiere el negro porque dice que lo identifica con su gusto musical por el rock. “En el trabajo exigen un estilo más formal, pero eso no impide que vista mis colores favoritos”.
Chaves asegura que aunque existe una tendencia generalizada hacia una moda casual, los miembros de cada tribu urbana también imponen sus gustos como un elemento distintivo y de aceptación en un grupo.
El poder adquisitivo, en algunos casos, también define el uso de prendas de marcas reconocidas. No obstante, Guerrero afirma que en general el quiteño popular solo quiere estar cómodo.
Pero Chaves dice que esa comodidad no significa que los quiteños descuiden el aspecto estético de su vestimenta.