Un grupo de refugiados recibe una charla en un centro especializado de Quito. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
Edder habla sobre fútbol y olvida, por un momento, la situación que vivía en Colombia. Oriundo de Cali, con orgullo recuerda que logró acceder a equipos profesionales de Centroamérica y hacer una carrera. Eso sí, con su nombre real. Parecía el sueño de todo muchacho que ama el balompié.
Luego, su mirada se pierde. Al volver a su tierra con la intención de formarse como director técnico, él y su familia empezaron a recibir amenazas de grupos armados que operan en el Valle del Cauca. Sintió que sus vidas estaban en riesgo. Pese al temor de las extorsiones, hace 11 meses decidió cruzar la frontera norte para refugiarse en Ecuador.
Si se comparan las cifras de solicitudes de refugio de ciudadanos colombianos, no hay una disminución considerable. En el 2018 hubo 5 264, mientras que el año pasado fueron 5 131. Es decir, apenas 133 menos, a pesar del acuerdo de paz entre el Gobierno de ese país y las FARC del 2016.
Edder ahora reside con su familia en el sur de Quito. Cuenta con una visa de protección internacional y cada tres meses debe acercarse a renovarla.
“Lastimosamente el tratado de paz es una fachada. Tanto la guerrilla como los grupos paramilitares siguen delinquiendo, porque el acuerdo fue con los cabecillas, no con los subalternos”, dice Edder.
En el Foro Global de Migración y Desarrollo efectuado hace una semana en Quito, el viceministro de Movilidad, Carlos Velasteguí, señaló que Ecuador es el país de la región que más refugiados acoge. En las últimas dos décadas, un total de 68 784 extranjeros fue reconocido con estatus de protección internacional por el Gobierno ecuatoriano. De ellos, el 97 % es ciudadano colombiano.
Históricamente, los ciudadanos colombianos han dominado los pedidos de refugio. A raíz de la crisis migratoria de Venezuela, estos extranjeros lideraron el año pasado las aplicaciones. Sin embargo, el flujo de colombianos que piden el estatus de protección internacional se mantiene.
Por fuera de las estadísticas del Gobierno, la Agencia de Naciones Unidas para refugiados (Acnur) asegura que hay un subregistro y asegura que 101 561 extranjeros requerirían el estatus de refugiados.
Carmen C., nacida en el Puerto de Buenaventura, cerca de Cali, contó con lágrimas que por la necesidad de tener mayores ingresos económicos asistió a una convocatoria de trabajo anunciada en Facebook. Mientras se preparaba para una supuesta entrevista de trabajo fue drogada y secuestrada. Tres horas después, despertó en una casa de citas.
La administradora tenía contacto con guerrilleros a quienes entregaba mujeres para explotarlas sexualmente. Narró que fue violada por tres hombres armados, pero días después logró escapar. Hace seis meses llegó a Ecuador con sus dos hijos en busca de ayuda y nuevas oportunidades.
Hoy en Esmeraldas, Carmen asegura que el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia “fue solo un maquillaje, porque los niveles de violencia continúan en Buenaventura y poblaciones cercanas, donde se mueve el narcotráfico”.
Su situación hizo que obtuviera el estatus de refugiada y organizaciones como Acnur la ayudaron para legalizarse, otras le brindan alimentación y apoyo económico.
Carlos Borja, técnico de Movilidad Humana de la Prefectura de Esmeraldas, explicó que en promedio 15 colombianos acuden semanalmente para solicitar ayuda para tramitar sus estatus de refugiados.
Uno de ellos es Luis P., quien llegó al país hace tres meses. “Por desgracia fui testigo de un ataque violento a un familiar por parte de gente vinculada con los grupos irregulares. Pues eso ya implicó un riesgo para mi familia, por eso me vine”, comentó.
Según el viceministro de Seguridad, Patricio Pazmiño, las principales causas del desplazamiento masivo de personas son los conflictos armados, la crisis alimentaria y la inestabilidad política o económica.
A mediados del 2019, la Delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja identificó cinco zonas en las que persisten conflictos en Colombia.
El año pasado, los ciudadanos colombianos fueron el tercer grupo de extranjeros que más ingresó a Ecuador, solo superados por ciudadanos estadounidenses (turistas y negocios) y de Venezuela (desplazados). En el 2019 arribaron a Ecuador 310 858 colombianos y registraron su salida del territorio 2 99 814, dejando un saldo migratorio de 11 044 ciudadanos.
Desde el 2018, la Cancillería impulsa el Plan de Contingencia de la Comisión de Refugio y Apátrida. En nueve dependencias se atiende a las personas que tramitan refugio. Los extranjeros pueden acceder a cédulas y se levanta una identificación biométrica del iris y la huella dactilar. Con ese documento de identidad pueden acceder a los servicios y trabajar.
Según Velasteguí, uno de los retos de este 2020 será implementar un control biométrico en las zonas de frontera, que permitirá cruzar datos con la Cancillería de Colombia.