En Colombia, el presidente Álvaro Uribe calificó de “señal positiva” la aclaración de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, quien negó que sus declaraciones hayan sido un llamado a la guerra.
El Mandatario colombiano se pronunció así en la Casa de Nariño, donde mantuvo una reunión con su bancada parlamentaria. Si bien este encuentro tenía por objeto armar la estrategia de defensa a uno de sus ministros en una interpelación en el Senado, la crisis con Venezuela dominó la cita.
A la salida de la reunión, dos senadores declararon que Uribe ve en las palabras de Chávez “un cambio de actitud”, que aparentemente desactiva el ambiente prebélico entre Bogotá y Caracas.
La víspera, ni Chávez ni su canciller, Nicolás Maduro, habían respondido las llamadas telefónicas de Uribe y del ministro de RR.EE. colombiano.
A pesar de que Chávez retrocedió en su discurso belicista, ayer, la representante de Colombia ante la ONU, Claudia Blum, entregó al titular del Consejo de Seguridad, Thomas Mayr-Harting, una nota diplomática que incluyó las amenazas de Venezuela del uso de la fuerza contra Colombia. El propósito es que esa nota sea conocida por todos los Estados miembros del Consejo.