Redacción Política, Agencias, El Tiempo GDA
La permanencia de Colombia en el seno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tambalea. Los tropiezos que se dieron la tarde del martes en Quito, en el marco de las reuniones de cancilleres y ministros de Defensa de este organismo regional, pusieron al Gobierno de Bogotá a punto de dar un paso al costado.
Según el reporte de diario El Tiempo, “Colombia estuvo a un paso de anunciar su retiro de Unasur durante encuentro”.
El ministro de la Defensa de ese país, Gabriel Silva, advirtió ayer que Colombia analizará su retiro de la Unasur si algunos gobiernos evitan discutir temas que Bogotá plantea, como narcotráfico, terrorismo y armamentismo.
Uribe no quiere ayuda
El gobierno de Álvaro Uribe rechazó ayer un ofrecimiento del presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de mediar en una crisis diplomática con Venezuela.
El ministro de Exteriores de Chile, Mariano Fernández, descartó que la reunión de Unasur haya sido un fracaso.
Nicolás Maduro, canciller de Venezuela, reprochó la ausencia de la prensa colombiana durante su rueda de prensa.“Eventualmente, si este impasse se perpetúa y no vemos una preocupación por el armamentismo, el tráfico de armas, el narcotráfico, el crimen organizado… Si no hay sensibilidad por esos temas que son los de los colombianos, estaríamos ahí simplemente de invitados de piedra, ahí si tocaría evaluar esa posibilidad de retirarse”, dijo el Ministro.
Silva asistió en compañía del canciller colombiano, Jaime Bermúdez, a la reunión de ministros de Unasur, cuyo eje fue la discusión del acuerdo pactado por Bogotá y Washington, que permite operaciones de militares estadounidenses en siete bases locales. Según El Tiempo, al cierre de la candente jornada, Silva señaló que Colombia no considera que el encuentro haya terminado en fracaso, pues “el país no se dejó imponer una agenda”.
Añadió que fue “difícil y hubo tensión contra Colombia, promovida por algunos países que les interesa hablar de sus problemas y preocupaciones, pero no tienen sensibilidad a las nuestras”.
Para él, pese a esa actitud, Bogotá cree que aún puede enderezarse el camino respecto a los temas que quiere que se discutan, y destacó además la postura constructiva y “bastante neutral” del canciller de Ecuador, Fander Falconí.
Sobre el acuerdo militar con Estados Unidos, dijo que los aspectos del tratado pueden mostrarse a los países de la región, pero ello dependerá de si hay simetrías.
Para el ministro, una de las preocupaciones centrales debería ser el gasto militar, ya que algunas naciones hablan de “hipotéticas amenazas de Colombia, mientras hay asuntos concretos como los aviones Sukhoi de Venezuela o las armas en otros países”.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en cambio, afirmó que el Gobierno de Colombia quedó aislado de la Unión de Naciones Suramericanas, por no revelar detalles del acuerdo sobre la presencia de tropas estadounidenses en su territorio. “Es una desfachatez excusarse de no poder mostrar el documento, diciendo que no tenía permiso del Gobierno de Estados Unidos. Vaya qué vergüenza”.
Chávez sostiene que las bases serán usadas contra su gobierno. “Van a utilizar esas bases contra nosotros. En primer lugar para labores de inteligencia y para conspirar contra Venezuela”. En tanto, el canciller brasileño Celso Amorim, lamentó la “intransigencia” de Colombia, informó ayer la prensa local.
Amorim declaró que hay un problema grave, “pues Colombia no percibe la incomodidad que esto causa en otros países y no procura solucionar la situación”.
Para Falconí, las discusiones se estancaron en dos puntos: la transparencia de los convenios extraterritoriales y las garantías alrededor de estos compromisos. “En el establecimiento de las plenas garantías formales, es decir de las garantías escritas para no intervenir en otros países, no hubo un avance de la delegación colombiana”, afirmó el Canciller.
Asimismo, el canciller argentino, Jorge Taiana, puntualizó que en la reunión llevada a cabo el martes “hubo muy poca flexibilidad del lado de Colombia”.
Pero Colombia se ratificó en su posición y enfatizó en que pondrá a disposición el texto del acuerdo con Estados Unidos una vez esté firmado, siempre y cuando otros acuerdos, especialmente los de compra de armas, también sean puestos sobre la mesa. “Hubo falta de equilibrio en la agenda”, añadió Silva.