La niña de siete años que fue violada y asesinada en un apartamento de un exclusivo sector de Bogotá. Foto: AFP
El Instituto de Medicina Legal de Colombia informó este lunes 12 de diciembre del 2016 que las heridas que presentaba el cadáver del vigilante del edificio donde apareció el cuerpo de Yuliana Andrea Samboní, la niña de siete años de ascendencia indígena que fue raptada, violada y asesinada, “no fueron determinantes para causar su muerte”.
Así lo explicó en una declaración a medios el director de Medicina Legal, Carlos Valdés, quien detalló que “las lesiones infligidas” estaban localizadas en “las articulaciones de las manos y a nivel del cuello”.
Sin embargo, detalló que “ninguna de ellas reviste la gravedad para explicar la muerte”.
El cuerpo del vigilante, identificado como Fernando Merchán Murillo, de 58 años, fue hallado el pasado viernes en su casa del barrio El Tintal, en el suroeste de Bogotá, y las primeras hipótesis policiales apuntaban a un suicidio.
Ahora, las autoridades deben continuar las investigaciones para determinar las causas de la muerte del vigilante con análisis de histopatología, toxicología y bioquímica.
El caso de la niña ha estremecido a Colombia por la crueldad con la que actuó el asesino, quien la raptó en su humilde barriada y la condujo a un apartamento donde la violó y estranguló.
El cuerpo de la menor fue lavado al parecer para borrar rastros de sangre y otros fluidos, mientras partes de su ropa fueron halladas en el sanitario.