Nigeria, AFP
Colombia firmó una remontada agónica ante Argentina para terminar imponiéndose por 3-2, este miércoles en Ijebu Ode, en los octavos de final del Mundial Sub-17 de fútbol, después de conseguir dos tantos en la recta final (88 y 90+1) que dieron la vuelta al marcador.
Cuando parecía que los albicelestes, que jugaron con diez hombres desde el minuto 66 por expulsión de Esteban Espíndola, conseguirían el pasaje, una gran reacción de los ‘cafeteros’ permitirá al equipo estar en la penúltima ronda, el domingo ante Turquía o Emiratos Árabes Unidos.
Los tantos colombianos llegaron por medio de Jeison Murillo (minuto 63), Jean Blanco (88) y Héctor Quiñones (90+1), mientras que los argentinos vinieron con disparos rasos cruzados de Leandro Fernández Pírez (17) y Sergio Araujo (57), que sumó su tercera diana en cuatro partidos.
Los muchachos de Ramiro Viáfara demostraron tener confianza en sus posibilidades hasta el final y levantaron un 2-0 adverso, incluso después de haber fallado un penal mediada la segunda parte, cuando Gustavo Cuéllar estrelló el esférico en el palo.
La batalla en el césped artificial del Internacional de Gateway fue equilibrada y se libró sobre todo en el centro del campo, sin un juego demasiado vistoso y con ambos equipos mostrando un gran respeto por el rival y prefiriendo reforzar su zaga antes de asumir riesgos ofensivos.
El primer gran aviso llegó desde el lado ‘cafetero’, cuando Steveen Mendoza, una de las figuras de su equipo en Nigeria, conectó un disparo cruzado que se fue fuera por muy poco. Fabián Castillo, en el 25, también rozó el tanto con un intento desde media distancia, que también se perdió por la línea de fondo.
Del lado argentino, Araujo buscó sin éxito los huecos hacia la meta de Cristian Bonilla, y tuvo que ser su compañero Daniel Villalva quien dispusiera de la mejor oportunidad de la primera parte, cuando disparó fuera tras una jugada llena de talento ante la defensa colombiana.
Tras la reanudación, los ‘cafeteros’ se abrieron en busca del empate y eso contribuyó al gol de Araujo, pero la segunda amarilla de Espíndola por una mano en el área, a pesar de que Cuéllar falló el penal posterior, terminó pasando factura.
Colombia se fue arriba y el asedio tuvo fruto con los mágicos minutos finales, cuando Blanco y Quiñones lograron un triunfo con sabor a hazaña, que terminó con las ilusiones de uno de los grandes favoritos, que volvió a fracasar en su intento de conquistar el trofeo por primera vez.
El triunfo permite además saldar una vieja cuenta pendiente entre ambos combinados Sub-17, que sólo se habían enfrentado en un Mundial hace seis años en Finlandia, cuando pugnaban por la tercera plaza del torneo y los albicelestes conquistaron el ‘bronce’ en la tanda de penales.
El equipo colombiano se sitúa así por segunda vez en los cuartos de esta competición y sueña ya con igualar o superar su mejor resultado, que fue precisamente la cuarta posición de 2003.
La única noticia negativa del día para Viáfara fue la amarilla que vio Jhojan Caicedo, que acarrea suspensión y le impedirá estar en el choque de cuartos.