Colegios intentan frenar la droga con más cámaras

Estudiantes del colegio Montúfar ingresan a las aulas y sobre ellos se ve una cámara de seguridad instalada en un poste. Foto: AFP

Estudiantes del colegio Montúfar ingresan a las aulas y sobre ellos se ve una cámara de seguridad instalada en un poste. Foto: AFP

Estudiantes del colegio Montúfar ingresan a las aulas y sobre ellos se ve una cámara de seguridad instalada en un poste. Foto: AFP

Vestían uniforme camuflaje. Los policías estaban armados con fusiles y entraron con canes amaestrados. El jueves rastrearon talleres, patios, canchas, baños y jardineras de un colegio. La idea fue comprobar una denuncia que habían recibido sobre una supuesta presencia de drogas en el plantel.

Media hora de operación y los agentes dijeron haber hallado dos pipas con residuos de marihuana y fósforos.

Las autoridades del Ministerio de Educación reconocen el problema de los alcaloides. ¿Qué hacer? Una opción fue colocar cámaras de seguridad en los planteles. En el país ya están instalados 86 equipos.

En Quito hay 20 hasta el momento y por ahora se colocan solo en los institutos que tienen más de 1 000 alumnos. El Consejo Provincial de Pichincha, al sur de la capital, fue el primer colegio en el que se inauguró el plan que utiliza la videovigilancia. Comenzó a mediados de enero y desde allí se ha extendido a escala nacional.

Hace dos semanas se hizo un simulacro. En uno de los equipos se vio a un hombre que permanecía en una esquina y entregaba pequeñas fundas blancas a estudiantes. En ese momento se reportó el hecho a un patrullero. Al ver a los agentes, el desconocido lanzó las pequeñas bolsas e intentó huir.

Por ello, la idea precisamente es evitar que las redes dedicadas al microtráfico capten a los chicos en las afueras de las unidades educativas. Por ejemplo, hace nueve días agentes que operan en Guayaquil capturaron a un hombre que fue indagado por venta de marihuana al menudeo y por llevar en su poder USD 35 000 en efectivo.

Sin embargo, entre los jóvenes hay temor de que las grabaciones sirvan para identificar a los colegiales que, por ejemplo, participen en manifestaciones.

De hecho, las imágenes tienen un valor probatorio. Es decir, pueden convertirse en una prueba en un juicio. En el artículo 471 del Código Penal se determina que las imágenes podrán ser incorporadas en los procesos legales.

Desde el año pasado, los estudiantes también han sido incluidos en campañas como Yo vivo mi colegio preventivo. En medio de esos hechos se conoció el último estudio que levantó el Consep.

Allí se dice que la marihuana es la droga que más fácil se consigue. Y se lo hace a través de los denominados brujos que operan en la calle.

Durante el año pasado, de las 61 toneladas de alcaloides incautadas en las 24 provincias, 9,4 eran para la venta en pequeñas cantidades. Los diminutos sobres cuestan entre USD 1 y 2.

William Íñiguez, agente de Antinarcóticos, dice que la venta de estas sustancias a los estudiantes no se realiza únicamente en los exteriores de las instituciones secundarias. Los jóvenes también son captados en lugares de diversión, como parques y en los barrios.

Los investigadores han detectado que los vendedores generan amistad, luego de obtener su confianza les preguntan qué opinan sobre las drogas y si el estudiante muestra interés, ellos les ofrecen. En un inicio todo es gratuito, pero poco a poco comienzan a cobrar.

Después de iniciado el plan de vigilancia con las cámaras, la rectora Marcia Cantuña aseguró que la videovigilancia ahuyentó a sospechosos que amedrentaban a jóvenes del Consejo Provincial.

En el Montúfar también ha dado resultados. Según su rector, José Marín Hidalgo, las bandas que expendían narcóticos se retiraron de la zona.

Pero estas redes no han sido las únicas rastreadas. En noviembre pasado, uno de los empleados de un plantel fue apresado e investigado, porque supuestamente distribuía estupefacientes a los chicos. Los agentes dijeron que en su poder se encontraron pequeños paquetes de marihuana.

En la planificación del Ministerio de Educación se contempla que hasta diciembre las cámaras serán instaladas en 775 colegios del país. Para esta cobertura se utilizarán 1 470 equipos. Los aparatos pueden captar imágenes a 400 metros de distancia.

En contexto

El Ministerio del Interior dispuso que las cámaras de videovigilancia también sean instaladas en burdeles, moteles, discotecas, bares. La intención es detectar a las personas que puedan provocar algún hecho de violencias. En algunos moteles, los administradores dicen que ya tenían el sistema.

Detalles

Las cámaras están ubicadas en postes que miden 8 metros de alto.

El alcance visual de estos equipos de seguridad es de 400 metros.

El sistema ECU 911 es el encargado de monitorear las imágenes.

Suplementos digitales