Las primeras horas de la mañana, las actividades en el Colegio Montúfar fueron normales. Foto: EL COMERCIO
En la avenida Napo, frente al Colegio Juan Pío Montúfar, aún quedan las evidencias de las manifestaciones del lunes 15 de febrero. La calzada quedó cubierta de un polvo anaranjado, pedazos de piedras, de ramas, de troncos y basura.
Los conductores de vehículos que transitaban por el sector levantaban el polvo. Lourdes Borja, moradora, comentó que estaba indignada, por lo ocurrido en las protestas. “Los alumnos deberían hacer una minga para limpiar la calle”, dijo. En la calle Upano, frente al colegio, la situación era similar. Al caminar se encontraba pedazos de piedras y los restos de los ladrillos que terminaron hecho polvo.
Por su parte, los padres de familia tomaron también medidas ante posibles desmanes. Algunos optaron por dejar a los jóvenes en la puerta del plantel.
Arturo Ch, padre de Mateo (14 años), tiene previsto quedarse una hora afuera del colegio. Él no quiere que su hijo participe en protestas. “Tengo miedo que lo detengan”.
Luis T., papá de Jorge (16 años), se quedó también en la puerta de ingreso; si se producen desmanes llevará a su hijo a casa. “En las protestas se exponen a lesiones”.
En los exteriores del establecimiento educativo, hasta las 07:40 de este 16 de febrero, las actividades se realizaban de manera normal. Pero desde las 08:30, grupos de estudiantes aparecieron con carteles en manos y se ubicaron en el acceso principal.