‘Amarillo’ y ‘Guadaña’ están detenidos junto con otros miembros del grupo. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Antes de perpetrar el ataque en contra del cuartel de San Lorenzo, dos cabecillas al servicio del líder de la disidencia de las Farc del Frente Óliver Sinisterra ya estuvieron en prisión. Pero gracias a recursos judiciales recuperaron su libertad y se liberaron de acusaciones que pesaban en su contra, por narcotráfico, tenencia de armas y por receptar objetos robados.
Por ejemplo, en los expedientes judiciales de alias ‘Amarillo’ constan tres juicios que comenzaron con un arrestado en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el 2016. El parte policial indica que se encontraba libando en la calle, junto con amigos, dentro de un auto que parecía sospechoso.
Eran las 08:15 del 13 de marzo. ‘Amarillo’, a quien ahora la Fiscalía lo identifica como explosivista del líder de la disidencia, alias ‘Guacho’, y quien organizó el ataque del 27 de enero, se identificó como dueño del automotor, pero no presentó documento que lo avalara.
Según él, lo había comprado hace tres meses “a un conocido”, del que no recordaba el nombre. Dijo que todavía no terminaba de pagar y que por eso no tenía los documentos.
En un primer registro del carro, los uniformados descubrieron que las series del chasís y del motor habían sido removidas. Una vez en los patios de un cuartel, los agentes hallaron debajo del cobertor de la palanca de cambios una pistola marca Smith & Wesson de 9 milímetros y un paquete que contenía droga.
Por ese incidente, ‘Amarillo’ fue acusado de tres delitos: tenencia ilegal de armas, tráfico de drogas y tener un su poder un vehículo robado.
Pese a las evidencias, los jueces le declararon inocente por el arma y la droga hallados.
Pero se lo condenó por recibir cosas robadas, es decir, por el delito más leve. Fue condenado a cuatro meses, porque aceptó su culpa y se acogió a un juicio abreviado.
En los procesos por drogas y por el porte de armas su abogado alegó que se había roto la cadena de custodia y que las evidencias se hallaron dos horas después de la detención de su cliente. La justicia le dio la razón, aunque la Fiscalía apeló.
Por eso, los casos pasaron a la Sala Multicompetente de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas. En septiembre del 2017, los jueces lo hallaron inocente por el arma. En cambio, en el proceso por drogas, el caso fue declarado en abandono, debido a que la Fiscalía no acudió a la audiencia. Era el 12 de abril del 2017 y ‘Amarillo’ volvió a ser absuelto de los cargos.
Actualmente, él es procesado por terrorismo. También es señalado por la explosión a una torre de energía en la parroquia Viche, en Esmeraldas, y el 12 de este mes será vinculado al caso del coche bomba en San Lorenzo.
En estos expedientes judiciales, ‘Amarillo’ se identifica como “un próspero empresario heladero”. Pero en septiembre del año pasado, en una declaración que hizo a los jueces de Santo Domingo, él dijo tener una casa humilde. “Lo que he ganado en la vida ha sido a base de mi trabajo”.
Alias ‘Guadaña’, otro hombre de confianza de ‘Guacho’, fue detenido en abril del 2011 y acusado por tráfico de cocaína. Un año después fue sentenciado a ocho años de cárcel, pero en enero del 2015, su pena se redujo a seis meses.
Él se benefició de la entrada en vigencia, en agosto del 2014, del Código Integral Penal (COIP) y de la creación de la tabla de drogas, que entonces determinaba las penas según el peso de la sustancia. De acuerdo con esa nueva legislación, a ‘Guadaña’ le correspondía la pena mínima.
En su parte de detención se indica que dentro de su vivienda se hallaron 80 sobres con cocaína y marihuana y una balanza. Afuera de la casa se halló un arma de fuego.
Ahora, la Fiscalía lo identifica como la persona que colocó los explosivos afuera del cuartel en San Lorenzo.
En documentos judicializados constan los informes de peritos que interceptaron las comunicaciones de ‘Guadaña’. En diciembre del 2017, por ejemplo, habló con ‘Guacho’ y la conversación giró en torno al dinero que cobraría por un asesinato que debía realizarse en ese mes.
En contexto
Hasta el momento se han perpetrado 12 ataques atribuidos al grupo de disidentes de las FARC, desde enero. El Gobierno lo responsabiliza además del secuestro y asesinato del equipo periodístico de este Diario y del plagio de una pareja de ecuatorianos.