En la Villa Flora, Alejandra Morejón de Ecasa visitó cerca de 10 domicilios para promocionar las cocinas de inducción. Foto: EL COMERCIO
Los arrendatarios se plantean una serie de dudas respecto a cómo aplicar al programa de las cocinas de inducción que promueve el Gobierno. Y esto obedece a que el electrodoméstico se financiará a plazos y se irá pagando mensualmente por medio de la planilla de luz.
Un inconveniente para los inquilinos es que los medidores y el número de suministro eléctrico están a nombre de los dueños de casa, y estos datos se necesitan para acceder al financiamiento de las cocinas ofrecido por el Régimen.
Ayer, durante un recorrido de los promotores de la marca Ecasa para la preventa de las cocinas, los arrendatarios en 10 domicilios del sector de la Villa Flora, en el sur de Quito plantearon estas inquietudes.
Alejandra Morejón, promotora de Ecasa, realizó el recorrido para tomar los datos de los clientes interesados en comprar las nuevas cocinas.
Bajo la modalidad puerta a puerta, Morejón informó a los residentes que los costos de las cocinas oscilarían entre USD 159 y 585, de acuerdo con el número de quemadores, hornillas o zonas de cocción del artefacto y si este incluye un horno o no.
Estos costos, según el plan oficial, podrán ser pagados hasta en tres años. El cliente cancelará mensualmente entre USD 6 y 18 por el aparato.
La promotora anotaba los teléfonos de los usuarios y registraba el modelo de cocina que se ajustaba a sus necesidades. También, apuntaba el nombre del dueño del suministro del servicio eléctrico o el medidor.
En caso de no estar a nombre del residente, por ser este último inquilino, Morejón precisó que los arrendatarios tenían que pedir una autorización del propietario de la vivienda para acceder al programa. Este documento lo necesitamos para que la cocina salga al nombre del arrendatario y no del dueño de casa”, explicó.
Los usuarios que registraron sus datos con Ecasa recibirán una llamada cuando los electrodomésticos salgan a la venta, a finales de agosto, a fin de completar el trámite que incluye la presentación de la cédula, el registro en la página web del Ministerio de Electricidad y una planilla de luz. Luego de esto recibirán la cocina.
Jacqueline Navarro, una de las residentes que fue visitada ayer, preguntó qué pasará si decide cambiarse de departamento antes de haber terminado de pagar la cocina de inducción en el plazo estipulado.
“¿Cómo voy a seguir pagando las mensualidades de la planilla si ya no voy a vivir aquí?”.En respuesta, la promotora de Ecasa dijo que tendrían que arreglar este asunto con el propietario de la vivienda.
El Ministerio de Electricidad aún no ha dado respuesta a este tipo de inquietudes, pero ya existe un antecedente al respecto con el programa de refrigeradoras eficientes que se llevó a cabo en años pasado.
En este programa se reemplazaron refrigeradoras antiguas, que consumían más energía, por nuevas más eficientes. En este plan también se pagaba la refrigeradora mensualmente a través de la planilla eléctrica.
Por ello, a los arrendatarios se pidió justificar su condición presentando el contrato de arrendamiento y la garantía del propietario del inmueble o de otro usuario para que se haga cargo de la deuda, en caso de que el inquilino no la honre o decida cambiarse de casa.
Otro tema pendiente es el costo de la conexión eléctrica interna que requerirá la nueva cocina. Esto se considera una mejora dentro del hogar y en caso de que el inquilino asuma su costo tendría que negociarlo con el propietario, ya que esa mejora quedará en la vivienda.
Otra pregunta frecuente durante el recorrido de ayer fue qué pasará con las cocinas de gas. La promotora de Ecasa recomendó que ellas se queden en el hogar como un respaldo o una segunda opción.
Adicionalmente, los modelos de las cocinas de inducción no solo serán empotrables. Es decir, no necesariamente requieren de un mueble para instalarlas ya que hay modelos con patas que podrán ubicarse sobre una mesa o incluso sobre las mismas cocinas de gas.
Esto porque las cocinas de inducción son livianas y pesan entre 10 y 20 libras.
La mayoría de usuarios visitados por Ecasa, como María Dolores Morocho, quiere comprar el modelo de cuatro quemadores con horno.
Morocho cuenta que ve indispensable el cambio debido a que el gas subirá en el futuro. “En nuestra casa consumimos dos tanques al mes porque tenemos una cocina industrial. Si sube el gas a más de USD 20 no podré asumir ese costo y me parece buena alternativa la cocina de inducción”, dijo.
Pedro Rivadeniera, otro usuario, indicó que le parece conveniente pagar hasta unos USD 15 más en la planilla de luz eléctrica, ya que sería más barato que el gas sin subsidio.
El Gobierno subsidiará los primeros 80 kilovatios hora (kW-h) al mes (aproximadamente USD 8 en la planilla eléctrica) para quienes compren las cocinas de inducción hasta el enero del 2018.
En contexto
El Gobierno tiene previsto cambiar 3,5 millones de cocinas de gas por cocinas de inducción para reducir el subsidio al combustible que bordea los USD 700 millones al año. Las cocinas de inducción nacionales se venderán desde agosto.