El Coca Codo generó 65% de la producción esperada este año

El anterior Gobierno inauguró la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el 18 de noviembre del 2016. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El anterior Gobierno inauguró la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el 18 de noviembre del 2016. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El anterior Gobierno inauguró la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el 18 de noviembre del 2016. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El Coca Codo Sinclair, la central más grande del país, generó solo el 65% de su producción anual esperada este año.

Entre enero y el 27 de diciembre de este año, la central, que fue inaugurada en noviembre del 2016, aportó al sistema nacional interconectado un total de 5 755,1 gigavatios hora (GWh), una cifra por debajo de la generación media proyectada, que es de 8 734 GWh año, según datos publicados en la página web de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).

Una de las razones que explican esa producción, según el catedrático Jesús Játiva, es que aún no ha concluido la construcción del sistema de transmisión de 500 kV, que permitirá transportar la energía de esta central hasta Quito y Guayaquil. Este cableado, similar a una superautopista eléctrica, es fundamental “para transportar esta nueva potencia de energía bajo condiciones de seguridad y calidad de servicio”, anota la Celec en su web.

Este Diario consultó ayer, 29 de diciembre,  al Ministerio de Electricidad los factores que explican el hecho de que la central esté subutilizada, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Aunque este proyecto tuvo una serie de estudios por parte del ex-Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel) entre los años 80 y 90, no pudo arrancar sino hasta octubre del 2009, cuando la empresa pública Coca-Sinclair, como contraparte estatal, firmó con la constructora china Sinohydro el contrato EPC (Ingeniería, Procura y Construcción, por sus siglas en inglés). El contrato comprende el desarrollo de ingeniería, provisión de equipos y materiales, construcción de obras civiles, montaje de equipos y puesta en marcha de la central. El documento se suscribió por un costo total de USD 1 979,7 millones.

El inicio de la obra, sin embargo, tuvo retraso de, al menos, un año debido a que el financiamiento para la construcción también tardó.
En noviembre del 2011, el entonces ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, indicó que el costo del proyecto, incluida la fiscalización encabezada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México, era de 2 245 millones.

Este Diario reveló, en un artículo publicado el 5 de abril del 2015, que ese valor se mantuvo estable hasta inicios de marzo de ese año, pero a fines de ese mes el entonces presidente Rafael Correa habló de un costo de 2 851 millones.

Este Diario buscó una explicación respecto a ese incremento con los ministerios de Electricidad y de Sectores Estratégicos, la constructora china Sinohydro y la empresa pública Coca-Sinclair.

Solo esta última dio respuesta a través del entonces gerente subrogante, Luis Ruales, quien dijo que ambos valores son correctos, pero el primero constituye el precio de construcción y el segundo, el costo total.

En el costo total del proyecto, el funcionario indicó que se consideran, además, los valores de desarrollo territorial, compensación ambiental, impuestos, fiscalización, administración, indemnizaciones, vías de acceso, licencias ambientales, entre otros.
Pese a ello, la Supercom dispuso a este Diario publicar una rectificación.

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