Juan Pablo Pozo, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) fue el encargado de entregar el documento a Moreno y Nubia Villacís, vicepresidenta del organismo, a Glas. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Tras recibir su credencial como nuevo Primer Mandatario este 16 de mayo del 2017, Lenín Moreno dijo que era momento de renovar los compromisos y ser el Presidente del diálogo. Por eso ofreció gobernar para todos: por aquellos que votaron por él y poniendo mucha atención en quienes no lo hicieron.
Dirigiéndose a los ecuatorianos les pidió contar con él pero también recordar que hay una corresponsabilidad, por lo que espera contar con la gente durante su Gobierno. Parafraseando a monseñor Leonidas Proaño expresó: “bienvenidos luchadores de la paz y de la vida”.
“Nosotros nos encontramos con quienes creen tener la verdad absoluta”, comentó, pero cree que hay que alejarse de ellos y vivir con respeto a la diversidad como la que hay en el país, agregó, y que es lo que lo convierte en el más lindo del mundo. Por eso privilegiará que haya otra forma de ver las cosas.
Otro puntal del nuevo Gobierno será la solidaridad, según Moreno, pero sin confundirla con caridad. La solidaridad es horizontal y se da entre iguales, dijo, y por ello se da no lo que sobra sino lo que falta. En eso afirmó que basará la ejecución de su plan Toda una vida.
Al iniciar su discurso, Moreno aseguró que cumplió con la propuesta de hacer una campaña electoral fresca en su camino hacia Carondelet. Sin embargo consideró que en la campaña se cruzó la línea roja de ofender a la familia.
Moreno agradeció a los más de cinco millones de ecuatorianos que votaron por él y por su compañero de fórmula, Jorge Glas. Pero a modo de broma dijo que no sabía si agradecer más bien a quienes no votaron por ellos, tomando en cuenta la gran responsabilidad que tienen en frente.
En los últimos 10 años, los ecuatorianos han acudido a las urnas 14 veces y, según Moreno, esta fue la décimo cuarta victoria de Alianza País, a pesar de que en las últimas elecciones seccionales perdieron las alcaldías de varias capitales provinciales, incluyendo Quito.
El presidente electo Lenín Moreno y el vicepresidente reelecto Jorge Glas recibieron este martes las credenciales que los acreditan en los cargos que ejercerán a partir del 24 de mayo.
Juan Pablo Pozo, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) fue el encargado de entregar el documento a Moreno y Nubia Villacís, vicepresidenta del organismo, a Glas.
El presidente del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), Patricio Baca Mancheno, hizo el discurso de apertura, luego de que la cantante esmeraldeña Karla Kanora interpretara el Himno Nacional del Ecuador.
Baca Mancheno dijo que las autoridades electorales trabajaron como garantes de la democracia y del respeto a la voluntad del pueblo en las urnas. “Prefiero mil veces esta imperfecta democracia a una buena dictadura”, dijo.
Según el funcionario, en redes sociales hubo calumnias en contra de personas honestas, con relación a la transparencia del proceso electoral de febrero y de abril. Por eso consideró necesario que se hagan reformas al Código de la Democracia que, sin coartar la libertad de expresión, propendan a que las organizaciones políticas tomen con responsabilidad la justicia electoral.
Tras la entrega de credenciales, Pozo deseó éxito en sus funciones a Moreno y Glas y dijo sentirse satisfecho del trabajo del Consejo en el proceso electoral. Criticó las versiones “sin sustento” que se hicieron desde micrófonos y tarimas de un “fraude electoral inexistente”.
“En medio de la vorágine electoral no pudimos responder a muchas bajezas” hay algunas que no merecen ser contestadas, dijo Pozo. Pero agregó que no podía ser indiferente ante los ataques, porque el Consejo no podía ser tibio ni gris cuando de dignidad se trata. Dijo que aceptaba las críticas, hacía autocríticas y tomaba la experiencia como una lección de vida.