Una clínica privada de Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador, fue allanada este miércoles 21 de enero del 2015. La Policía y la Fiscalía forzaron las seguridades del sitio para localizar al propietario del local. Un médico fue detenido.
Según el fiscal Provincial, Jorge Montero, se abrió una investigación por una denuncia de una persona que habría indicado que ahí se realizan “prácticas sospechosas” en mujeres embarazadas.
Montero aseguró que luego de una inspección se habrían encontrado medicamentos abortivos. “La clínica tampoco reúne las condiciones necesarias para intervenciones clínicas. Hemos pedido que el Ministerio de Salud proceda con la clausura”, sostuvo el Fiscal.
Una mujer de seis meses de gestación, que estaba en la sala de espera, relató en medio del operativo que un galeno de la clínica le habría cobrado USD 200 por una supuesta “limpieza” en el útero.
Según la mujer, el médico, sin un chequeo previo, le indicó que su hijo (en gestación) ya estaba muerto y por eso no se le pasaba la fiebre y los vómitos que tenía. Ella no se conformó con el diagnóstico y se realizó un eco donde vio a su bebé con vida. “Vine a reclamar mi dinero”. En la clínica nadie se pronunció porque todos los empleados quedaron a órdenes de las autoridades.
Elementos del GOE tuvieron que derribar una puerta de un quirófano para recabar indicios. Un agente refirió que algunas personas que estaban en la clínica intentaron escapar por la parte posterior.
El Código Integral Penal sanciona los abortos consentidos con prisión de seis meses a dos años. Y quien lo practica se expone a una pena de uno a tres años de cárcel.
En Ecuador, cada año 125 000 mujeres abortan y 342 lo hacen a diario, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud.