Menos clientes acceden al aplazamiento en el pago de sus créditos desde junio

Clientes hacen fila para ingresar a una entidad financiera, ubicada en el norte de Quito, para hacer trámites.

Clientes hacen fila para ingresar a una entidad financiera, ubicada en el norte de Quito, para hacer trámites.

Clientes hacen fila para ingresar a una entidad financiera, ubicada en el norte de Quito, para hacer trámites. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

En junio y julio de 2020, los bancos continuaron aceptando peticiones de clientes para acceder al aplazamiento de sus deudas, pero en menor medida.

El beneficio permite a los clientes dejar de cancelar las cuotas de los créditos por unos meses sin estar sujetos al pago de intereses por mora ni cualquier otro recargo.

Pero, con la paulatina reactivación de la economía, el acceso a esta alternativa se redujo frente a marzo y abril, dijo Julio José Prado, titular de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca).

Lo anterior se explica porque desde junio los bancos están haciendo un ejercicio más personalizado para conocer la situación real de sus clientes.

Las entidades están analizando cada solicitud de manera individual para ofrecer una solución acorde a la capacidad de cada entidad bancaria y a la situación del cliente. Esto implica comenzar a pagar el crédito, pero a un mayor plazo.

“Analizar caso por caso minimiza el riesgo de recuperar el dinero prestado”, dijo Prado.

Entre marzo y abril, la banca privada aplazó por dos o tres meses los pagos de las cuotas de créditos de 1,3 millones de operaciones crediticias.

Pero entre mayo y junio los pedidos bajaron a 600 000 operaciones, según datos de la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera.

Los procesos han dejado dudas entre usuarios. “Debería haber más claridad, yo pedí una prórroga en el pago de un crédito y pensé que eso significaba solo enviar las cuotas al final de mi tabla, pero reestructuraron mi deuda y ahora subió el monto”, contó Pamela, una community manager que labora en una empresa privada y que no quiso dar su apellido.

La resolución 569 emitida por la Junta en marzo detalla que el término “diferimiento extraordinario” abre la puerta para aplicar un refinanciamiento, una reestructuración o una novación de crédito.

Asobanca explica que el refinanciamiento es cuando las cuotas que el cliente no pudo pagar se pasan al final del crédito. Otra opción es que el monto total de las mensualidades no pagadas se divida a lo largo de los meses del plazo del crédito inicial.

La reestructuración, en cambio, suele ser una fase posterior al refinanciamiento.

En una reestructuración el cliente puede ajustar las condiciones iniciales de todo el crédito; por ejemplo, ampliar el plazo para que las cuotas sean más bajas. Esto se aplica cuando el banco y el cliente ven que hay dificultades para cumplir con todo el crédito.

Hay entes que ofrecen extender el vencimiento en hasta 48 meses bajo esta opción. Con todo esto, se fija una nueva tabla de amortización y es probable que se requiera firmar nuevos documentos o presentar nuevas garantías, dijo la Asobanca.

La novación es otorgar un nuevo crédito, con nuevo plazo, para prepagar deudas anteriores y extinguirlas.

“Pedí aplazar nuevamente por tres meses, pero me indicaron que ya no están haciendo eso en mi banco, solo me ofrecían reestructurar”, comentó Roberto, cliente de una institución, quien no quiso dar su apellido. Este cliente está con jornada laboral reducida y su salario bajó en 25%.

Giovanna, otra cliente, labora en un hospital. Ella cuenta que la entidad emisora de su tarjeta de crédito le dio dos alternativas: aumentar el plazo de su deuda de USD 1 900; o postergar el pago por tres meses, con la condición de pagar en una sola cuota lo acumulado cuando culmine el tiempo de gracia.

Preferí ampliar el plazo por un año más, no puedo pagar tanto dinero de una sola”, dijo.

Cada banco ha estado difundiendo sus alternativas. El Internacional ofrece extender los pagos de las cuotas por hasta 90 días en hipotecarios y consumo. En créditos comerciales, el análisis es individualizado.

En Mutualista Pichincha se pueden diferir dos o más cuotas sin perder la cobertura de los seguros contratados. “Hay la opción de aplicar a un segundo aplazamiento, pero la recomendación es reprogramar para ajustar el pago a los ingresos actuales del cliente”.

En el Pichincha, las operaciones que califican para aplazar pagos son las que presentan cero días de mora, entre otros. Otra solución es ampliar el plazo reduciendo el valor de la cuota mensual. El Guayaquil permite ampliar el plazo de los créditos y tarjetas a 36 meses, con un mes de gracia.

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