Los hermanos Santiago, Abigaíl y María Belén comparten el espacio de trabajo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
María Belén, Abigaíl y Santiago tienen clases virtuales durante las mañanas. Los hermanos de segundo, cuarto y quinto de básica, de centros fiscales, envían sus tareas a diario y las archivan. Estas se califican como parte de la evaluación formativa, que se aplica en medio de la pandemia del covid-19.
En el Instructivo para la Evaluación Estudiantil, del Plan Aprendamos en Casa, consta que este modo de evaluar se desarrolla para permitir al docente realizar ajustes en su metodología de enseñanza.
En el régimen Sierra-Amazonía, el primer parcial del quimestre (se compone de 10 semanas), terminará el 6 de noviembre. En este ciclo hay una variación. En el 2019-2020 hubo seis parciales: tres por quimestre. En el actual hay dos en cada quimestre, por la compactación curricular.
En este primer bloque, el Ministerio de Educación propuso que la evaluación se realice “de diferente manera y con varias herramientas, según las decisiones que tome el plantel”.
Sandra Caicedo, profesora de cuarto de básica de una escuela particular de Quito, hace seguimiento a los proyectos individuales y grupales, que concluirán al final de este mes.
Además, en cada clase en vivo evalúa el avance de los niños por medio de hojas de trabajo o cuestionarios.
Eso le sirve también para la retroalimentación que se pide en el Plan Aprendemos en Casa, para detectar a estudiantes que necesiten un refuerzo.
Aunque sus hijos se han acoplado al sistema virtual, Leonardo F. señala que su caso particular es complicado, ya que en ocasiones las clases de los tres se cruzan. Eso, sumado a que debe supervisarlos en actividades ‘off line’ o asincrónicas, ha llevado al padre de familia a pedir extensión en los plazos de entrega de deberes.
En un momento como el actual la evaluación debe ser flexible, dice el documento guía de la Subsecretaría de Fundamentos Educativos. “Esto exige que docentes y directivos promuevan la empatía para comprender las diversas situaciones de las familias”.
La Subsecretaría pidió mantener en este ciclo el portafolio estudiantil. Se utiliza para recopilar trabajos como evidencia de que se cumple con objetivos de aprendizaje.
También se usan herramientas digitales para ver cómo aprenden. A través de plataformas como Science4Us, Khan Academy o Progrentis, estudiantes del ISM son evaluados a diario por docentes, dice la vicerrectora, Diana Bustos.
Estos insumos -explica- ayudan a medir las destrezas de los chicos y proporcionan resultados de manera automática, para que se puedan reforzar las áreas necesarias. Además, las herramientas permiten a los estudiantes avanzar a su propio ritmo.
En el nivel preparatorio la evaluación es cualitativa, explica la docente fiscal Jhenny Riera. Se conecta en vivo, dos o tres veces por semana, con sus estudiantes de primero de básica. Envía de dos a tres tareas diarias, que complementan lo aprendido por Zoom.
Al recibir, a través de los padres, las evidencias del trabajo de los niños, la maestra califica con ‘stickers’ digitales: tres significa que completó bien el trabajo. Cuando no lo recibe a tiempo coloca dos y si el deber llega desordenado asigna uno.
De acuerdo con la experiencia de aprendizaje de cada semana, Riera evalúa a los niños con las ‘listas de cotejo’, en las que escribe cómo desarrollaron sus destrezas de acuerdo con diferentes parámetros.
Al final del quimestre, es decir después del segundo parcial, se deberá aplicar una evaluación sumativa, equivalente al examen quimestral. El Ministerio sugiere que se pida la elaboración de un proyecto. Se calificará de cero (si no lo presenta) a 10.
No olvide lo que dice el ministerio
–Un período parcial es una de las partes en las que se divide el quimestre en el año lectivo, que empezó en septiembre.
–Los insumos para evaluar el parcial son deberes escritos, proyectos, participaciones en clase, exámenes, lecciones, entre otros.
–El portafolio, sea una carpeta digital o física, se mantendrá este ciclo. Sirve para recopilar las evidencias del trabajo del alumno.
–En planteles privados, en su mayoría, se usa por ejemplo Google Classroom, para asignar tareas y recibirlas de modo virtual.
–El registro de calificaciones parciales y quimestrales y los promedios se hará con dos decimales, no habrá ningún redondeo.
–El profesor identificará al o a los estudiantes que requieran refuerzo académico. Deberá comunicar a sus padres y al plantel.
–Padres y profesores deben mantener una comunicación constante. Es la forma de acompañar al alumno, evitar que abandone estudios…
–La evaluación debe ser flexible y adaptarse a las realidades diferentes de los estudiantes, en el desarrollo del aprendizaje.
–La retroalimentación que recibe el docente al revisar un deber, un proyecto o tomar un examen le sirve para ajustar su metodología.
–Algunos colegios, en especial si sus alumnos no cuentan con conectividad, envían proyectos. No toman exámenes en línea.