Los venezolanos sin pasaporte esperan en carpas en Rumichaca

Los migrantes sin documentos se quedaron en los exteriores de Migración. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

Los migrantes sin documentos se quedaron en los exteriores de Migración. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

Los migrantes sin documentos se quedaron en los exteriores de Migración. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

Desesperación y sorpresa sintieron ayer, 18 de julio del 2018, los venezolanos que no contaban con el pasaporte para cruzar a territorio ecuatoriano, a través del Puente Internacional de Rumichaca.

Así fue el inicio del primer día de la aplicación de la medida migratoria, anunciada el jueves último por el Ministerio del Interior.

Las filas no eran tan largas como en días anteriores. Quienes tenían el pasaporte pasaban a Migración para el trámite, que no tardaba más de 15 minutos. Llegaban grupos de 15 personas.

Los demás permanecían en los exteriores en 10 carpas. Se observó a más de un centenar con sus maletas. La mayoría aseguró que no se moverá del lugar en espera de una solución para entrar a Ecuador.

Angela González llegó la madrugada de ayer con sus dos hijos y su esposo, pero en Migración recibieron la noticia de que podían ingresar ella y sus hijos, pero no su esposo que no tiene el pasaporte.

Los González no saben qué hacer, ya que no tienen dinero para regresar a Venezuela ni tampoco para tramitar el pasaporte. “No queremos que se quede solo, por lo que tenemos que esperar a que nos den una solución”.

José Antonio Acevedo, de 18 años, tiene pasaporte, pero no su madre. No sabe si continuar con su viaje. Ambos tenían previsto quedarse en Ecuador, porque tienen familia ecuatoriana y venezolana en varias provincias del país.

“Siento que mi familia se está fracturando. No pienso dejar a mi madre aquí”. El joven recuerda que su madre tramitó el documento en su país, pero no lo consiguió. Elimar Moreno, de 27 años, está varada en Rumichaca.

Ella era administradora en una tienda de caucho, que cerró por la situación económica de su país. Su último sueldo fue de 10 millones de bolívares, que le alcanzaba para comer tres días, por lo que emprendió el viaje a Ecuador.

Con sus ahorros pagó los pasajes desde su natal Coro Falcón hasta el puente de Rumichaca. Su travesía llegó hasta allí, ya que no cuenta con el pasaporte para ingresar.

Parada junto a una de las carpas, la joven espera que el Gobierno ecuatoriano revise la medida y les dé una prórroga para avanzar hacia su principal destino: Perú.

Ángel y Yarley Altuver no tienen pasaporte, por lo que no pudieron continuar con su camino. Desesperación y preocupación son las dos palabras que describen la situación actual de esta pareja.

Ambos prefirieron sentarse sobre sus maletas y esperar una respuesta. Lágrimas y desconsuelo, porque dicen que no tienen otra opción.

Hasta las 15:00 de ayer, los extranjeros sin el documento habilitante continuaban en los exteriores de las oficinas de Migración. Unos permanecían acostados sobre cartones colocados en el piso. Otros trataban de sentarse sobre sus maletas. Su meta: recibir la noticia de que pueden ingresar al país sin pasaporte.

Para quienes sí cuentan con un pasaporte el trámite es sencillo. Martha Quintero emprendió su viaje desde su natal Maracaibo y se dirige a Lima, en Perú.

En la oficina de Migración ecuatoriana se demoró 15 minutos en sellar su documento. No hubo mayor inconveniente, comenta. Sin embargo, permanecía allí porque uno de sus acompañantes no tenía ese documento.

Para ella, la medida fue sorpresiva, ya que se enteraron en el camino y no pudieron retornar. Ahora pide que se abra un corredor humanitario para que puedan pasar hacia su destino: el vecino Perú.

El ingreso masivo de venezolanos al país comenzó a inicios de agosto, cuando hubo hasta 5 000 personas diarias en la primera semana, que hacían fila para ingresar. Antes, Migración atendía hasta 3 000 ciudadanos.

Por esa difícil situación, el Gobierno declaró el 8 de agosto el estado de emergencia a la movilidad humana en las provincias de Carchi, Pichincha y El Oro. La medida se tomó para prestar atención urgente a los flujos migratorios “inusuales” de venezolanos.

En Rumichaca se dispusieron las carpas para la pernoctación de los viajeros y tres puntos de atención en salud. Aumentó el número de médicos, enfermeros, psicólogos y técnicos para vacunación. Además, las ventanillas de Migración subieron de 10 a 14 para atender a los ciudadanos venezolanos.

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