Para Luis Enrique Rodas la experiencia de votar fue diferente en esta ocasión. Lo fueron a recoger de su hogar, votó en una mesa preferencial e incluso una persona lo acompañó a sufragar.
Su padre, su esposa y un voluntario lo ayudaron, la mañana de este 19 de febrero del 2017, a salir de su casa para subir al taxi que después lo llevó a cumplir con lo que él considera “un deber como ciudadano”.
A sus 26 años, por su movilidad reducida, votar ya no es obligatorio para este joven, pero lo hace con la esperanza de que el próximo Presidente de la República preste atención a las personas con discapacidad, según comenta.
Hace dos años recibió una puñalada en la columna, cuando se dirigía a su vivienda, después de haber cumplido su turno como guardia de seguridad. Después de ese día no pudo volver a caminar y los médicos le avisaron que no existía una operación que pudiera curarlo, ayudarle a recuperar la movilidad.
Desde ese momento se dedica a pasar tiempo con su bebé en su casa, mientras su esposa va a trabajar. Ocasiones como estas, cuenta, lo ayudan a distraerse, a salir un momento de su hogar y a tener la satisfacción de que su voto influirá en los resultados.
Rodas fue uno de los usuarios del servicio de la campaña Tienen Derecho A Votar, que facilita el traslado de las personas con discapacidad hacia los diferentes recintos electorales y de regreso a sus hogares de forma gratuita. Esto con el apoyo de Fedotaxis y la coordinación del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis). Este organismo promueve el transporte gratuito durante las jornadas electorales, desde el 2012.
Oswaldo Almeida, taxista designado para llevar al joven de 26 años a votar, tuvo que estar a las 08:30 en la tribuna De Los Shyris, desde donde salieron las unidades a diferentes puntos de la capital para llevar a personas con discapacidad a sufragar. En el país se inscribieron 1 300 ciudadanos que requirieron la ayuda, con una inscripción previa.
A las 09:30 de este día, el conductor estuvo en Quitumbe para recoger al joven, lo ayudó a subir y prometió a su esposa que lo regresaría a salvo, “sin desviarse”. Almeida comentó estar orgulloso de poder ser parte de esta iniciativa.
Al conductor lo acompañó Bryan Duque, estudiante de 23 años, quien se ofreció como voluntario y acompañó a Lozano en todo momento en las afueras y en el interior del recinto.
En el Colegio Nueva Aurora, donde Lozano votó, en el sur de Quito, hasta el mediodía se registraron 12 personas en la mesa de votación preferente.
Xavier Torres, presidente del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades, confirmó que las personas que fueron parte del Tienen Derecho a Votar se inscribieron previamente para obtener este servicio. En los recintos además pueden acceder al Voto Preferente, para no hacer fila; y además en los recintos, la junta receptora deberá desplazarse hasta donde se encuentren quienes se movilizan en silla de ruedas.
A la iniciativa se sumaron federaciones nacionales de y para la discapacidad, voluntarios, la cooperativa de taxis Univalles, algunos clubes de autos y universitarios de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).
En Ecuador hay 345 467 ecuatorianos con alguna discapacidad, que se encuentran empadronados para sufragar este día. La mayoría tiene una discapacidad física.