La ciudad no es amable con el motociclista

Los motociclistas se estacionan sobre las veredas, ante la falta de parqueaderos. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Los motociclistas se estacionan sobre las veredas, ante la falta de parqueaderos. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Los motociclistas se estacionan sobre las veredas, ante la falta de parqueaderos. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Son estigmatizados e insultados en las calles de Quito, por las peligrosas maniobras que algunos motociclistas realizan. Rebasan a los autos por la derecha. Hacen giros intempestivos. A veces rozan espejos retrovisores.

Esta realidad, sin embrago, no resta que los motociclistas también sufren varios problemas para circular con seguridad por la capital. Un conductor de moto en Quito tiene que enfrentarse a la falta de parqueaderos y de insumos de seguridad personal y al mal estado de la calzada. Se suman los enfrentamientos con los conductores de autos.

Pese a esto, la utilización de este medio de transporte ha aumentado en los últimos años. El número de motos registrado en el Distrito es de 107 071, según datos proporcionados por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

Falta de parqueaderos

Encontrar un parqueadero para un conductor de auto es un tema de suerte. Más si se trata de un motociclista, por lo que las veredas se han convertido en su principal espacio de aparcamiento.

Bernardo Gallardo, motociclista que acostumbra a transitar por la Naciones Unidas, en el norte, relató que en la ciudad hay pocos sitios para estacionarse. “Tenemos menos oportunidades para parquear nuestras motos que un carro; pese a que ocupamos menos espacio”, dijo.

Contó que hay playas de parqueo en centros comerciales pero no son suficientes. La opción que tiene son las veredas con árboles o postes cerca. “Son una alternativa para dejar de forma segura mi moto. Pero se dificulta el paso de los peatones y he tenido inconvenientes”, señaló.

Ricardo Rocco, representante de Aemoto, sostuvo que la falta de parqueaderos responde a que no existe un reglamento claro. “Las autoridades de la Municipalidad nos han ignorado sistemáticamente. No se han cumplido varios ofrecimientos, como la habilitación de más sitios de estacionamiento”, aseguró.
Las medidas de seguridad

El casco y el chaleco son dos medidas de seguridad que deben tener los motociclistas, obligatoriamente. Así como la
protección para los ojos, los guantes, el rostro y demás. Lo importante es tener un viaje seguro. Así lo señaló Santiago Portero, instructor de motos.

Explicó que es necesario que las autoridades regulen el uso de los chalecos y de los cascos homologados (con revestimientos interiores para proteger la cabeza de golpes en caso de accidentes). “Estos insumos son necesarios para que los conductores se protejan en las noches y en caso de neblina,
porque son pequeños y no se los ve. Se protegerán vidas”.

El uso del casco y del chaleco está normado en la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial y en resoluciones de la entidad. Pese a esto, los motociclistas no usan elementos como el chaleco reflectivo.

Escuelas de conducción

El uso de la moto se ha convertido en una alternativa para movilizarse en una ciudad debido a la fuerte carga vehicular, en especial, en las horas pico.

José Vélez optó por comprarse una moto. Lo hizo porque considera que es una solución para circular con mayor fluidez en la urbe. Además, dijo que piensa trabajar como repartidor de comida. Buscó una escuela para aprender pero no hay variedad. Se inscribió en Aneta.

La demanda de personas que quiere conducir motos ha ­aumentado entre el 20 y 25%. Así lo sostuvo Santiago Argüello, director de la Escuela de Moto. Señaló que el año anterior recibieron, en promedio, 250 personas por mes. En los últimos 90 días se inscribieron cerca de 300. En el Distrito se conoce que hay tres escuelas de conducción, señaló Argüello. “Algunas funcionan sin los permisos necesarios”.

La calzada y los autos

Los huecos y baches son obstáculos que deben sortear los motoristas. Vélez relató que sufrió una caída en una calle del sur. “Me metí en un hueco y no pude controlar la moto. Se deben arreglar las vías para la circulación”, dijo.

Los conductores de los autos aportan su parte. Es frecuente que el motociclista sea arrinconado por sedanes y buses, cuyos conductores no consideran a la moto como un vehículo con derecho a ocupar un carril por completo.

Para Rocco, las autoridades deben generar más propuestas que consideren el aporte del motociclismo a la movilidad.

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