Roma. ANSA y AFP
Los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la cumbre de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se realiza hasta el miércoles en Roma, acordaron ayer un documento que prevé cinco acciones destinadas a combatir el hambre en el mundo. Sin embargo, el texto corre el riesgo de quedar en la nada pues no se precisaron ni el origen ni la cantidad de fondos necesarios para implementarlas.
Los cinco principios de Roma indicados en el documento prevén invertir en los programas de desarrollo rural predispuestos por cada Gobierno. Otra prioridad es la necesidad de implementar la coordinación estratégica a escala nacional, regional y global para promover una mejor colocación de los recursos.
El texto pide, asimismo, una actitud “binaria” que considere una acción directa para erradicar el hambre en las poblaciones más vulnerables, y la adopción de programas a medio y largo plazos para eliminar las causas de fondo del hambre y la pobreza.
A continuación, la declaración solicita el refuerzo de la colaboración entre los diversos organismos que se ocupan de la seguridad alimentaria y, por último, asume el compromiso de vigilar que las promesas de ayudas se realicen concretamente.
Respecto de este último punto, la declaración subraya en particular que “es crucial” la realización de los compromisos de ayuda asumidos por los gobiernos, empezando por la declaración de la cumbre del Grupo de los Ocho países más ricos del mundo (G-8) en L’Aquila, Italia, en julio.
La cumbre, en tanto, evidenció la ausencia de los países más ricos, y eso hizo especular que las declaraciones corren el riesgo de terminar en letra muerta.
El único dirigente del G-8 presente en la cumbre es el premier italiano Silvio Berlusconi, que como anfitrión preside los trabajos.
En los últimos días el director general de la FAO, Jacques Diouf, había cuantificado en USD 44 000 millones al año el dinero necesario para respetar el compromiso de reducir a la mitad, para 2015, el número de personas que sufren hambre. Este objetivo es reconfirmado en el documento, pero sin indicar las cifras de dinero necesario para lograrlo. El número de personas que sufren hambre en el mundo superó los 1 000 millones por primera vez este año, debido al impacto de la recesión mundial.
Precisamente, el más decepcionado con la declaración fue Diouf, quien lamentó la ausencia de un calendario así como de fondos concretos para erradicar el hambre en el mundo.
El presidente brasileño, Lula da Silva, subrayó en su intervención que “el hambre es la más terrible de las armas de destrucción masiva existentes en el planeta” . Lula se dijo convencido de que existen, sin embargo, los medios para derrotar el hambre.
Asimismo, el papa Benedicto XVI denunció en Roma “el egoísmo y la especulación” con los alimentos considerados “mera mercancía”, en un discurso pronunciado ante los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la cumbre contra el hambre de la FAO.