En el colegio Pomasqui, en el extremo norte de Quito, personal administrativo y maestros limpiaron las instalaciones del establecimiento que resultaron afectadas por el aluvión que cayó el miércoles 16 de septiembre. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Un grupo de maestros y personal administrativo del Colegio Pomasqui, en el extremo norte de Quito, limpió la mañana de este viernes 18 de septiembre de 2020 las instalaciones del establecimiento que resultaron afectadas por el aluvión que cayó el miércoles 16.
Antes de las 08:00 ellos se reunieron en el patio del plantel para organizarse. Con escobas y palas, ellos retiraban el fango sobre el concreto.
Una pala mecánica pequeña ayudaba a sacar el agua. En el lado occidental del colegio, tres excavadoras y un tractor removían la tierra y escombros que taparon el colector de la quebrada Santa Teresa. En los patios del plantel, un tractor retiraba una gruesa de capa de lodo, de aproximadamente 20 centímetros de espesor, que cubría el pavimento. Tres volquetas amarillas retiraban la tierra.
La circulación en la avenida Manuel Córdova Galarza se habilitó únicamente en sentido sur – norte. El carril de sentido contrario no funciona porque la zona continúa cercada con cintas amarillas.
El aluvión causó estragos en las calles del sector Pomasqui, en el norte de la capital. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Ante eso, los conductores se movilizan por la calle García Moreno que es paralela a la Manuel Córdova Galarza. “Esperemos que esto mejore en las próximas horas y podamos movilizarnos con mayor tranquilidad”, manifestó el conductor Manuel Vallejo.
El teniente Cristian Logaña, del Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ), acudió a las instalaciones del centro educativo con cinco efectivos. “Nos asignaron para brindar seguridad. La maquinaria se encarga de remover los escombros”.
Asustados, los vecinos comentan sobre lo que pasó anteayer. Amparito Ibarra, propietaria de un local que comercializa pinturas, siente preocupación. “Nos da miedo que vuelva a llover con la misma fuerza. Me aterré cuando se reventó el muro central del colegio”.
Cristopher Enríquez contó que los moradores están tristes por la emergencia. “Nos afectó económicamente a los negocios esta semana y la que viene”.