Para ser un proyecto que se venía trabajando por ocho años, según el Presidente de la República, la propuesta enviada a la Asamblea para aumentar el impuesto a la Herencia ha sufrido tantos cambios en tan poco tiempo que cabe la duda sobre el tiempo invertido en esa iniciativa.
La defensa de un impuesto como medida para mejorar la distribución de la riqueza es válida, más aún en un país inequitativo como Ecuador. Sin embargo, ya existe un impuesto a las herencias y es progresivo. Si no se recauda lo suficiente porque existe una alta evasión, es de esperar que la reforma controle primero esa evasión antes de subir la tasa del impuesto. Una alta evasión de este impuesto no habla bien del Servicio de Rentas Internas (SRI), cuya gestión supuestamente explica el incremento de las recaudaciones en estos ocho años.
La urgencia para aprobar una nueva reforma tributaria también llama la atención, ya que esta no se ha debatido ni ha formado parte del diálogo público-privado. Durante los ocho años de este Régimen no se ha planteado una reforma parecida, pese a que se han aprobado 12 reformas tributarias. Si la reforma siempre fue urgente, ¿por qué se plantea en el noveno año del Régimen?
La coyuntura actual amerita una mayor inversión privada para que la economía no se contraiga, por lo que una nueva reforma tributaria es poco oportuna. Llama la atención la magnitud del impuesto: hasta 77,5%, aunque la Comisión de lo Económico de la Asamblea lo redujo al 47%, en una maniobra que busca calmar a quienes sostienen que la primera tasa era confiscatoria. Ese cambio en la posición oficial no debiera sorprender, pues la forma de negociar del Régimen ha sido irse a los extremos para luego empezar a negociar.
La propuesta tampoco es transparente. Para bajar la inequidad se necesita transferir recursos de un grupo a otro. Si el Régimen dice que no hay fines de recaudación con esta medida, ¿qué se va a repartir? En Suiza, que ayer votó en contra de un aumento en el Impuesto a la herencia, al menos hubo consulta popular y se dijo que era para financiar el seguro de vejez.