Redacción Santo Domingo
El bloqueo de la vía Alóag- Santo Domingo preocupa a los moradores de la zona. Ellos temen que esto afecte a la economía local, los primeros en sentir los estragos son los usuarios de la carretera.
Gerardo Chicaiza tiene 38 años, de los cuales 15 es chofer. “Con la naturaleza nunca se sabe”, comenta, mientras espera que se llene el bus número 59 de la Cooperativa Zaracay, que aguardaba ayer en la terminal de Santo Domingo de los Tsáchilas.
8 derrumbes
se han registrado entre los kilómetros 83 y 15, a lo largo de la vía que une Sierra y Costa.
Este conductor hace notar que a lo largo de esta arteria, de 101 kilómetros, falta iluminación.
Otro de los conductores es Cododac Báez, nativo de Atuntaqui. Él conduce la unidad número 13 de la cooperativa Andina. Comenta que en la época invernal, los chóferes manejan con mayor tensión.
Báez dice que la empresa Hidalgo&Hidalgo, encargada de los trabajos de ensanchamiento de la vía de dos a cuatro carriles, retira el material que se desprende de las laderas. “Hoy se limpia con mayor agilidad. Antes, se demoraba hasta semanas en quitar el lodo y las piedras. La carretera permanecía cerrada durante días”, añade.
En la terminal terrestre de Santo Domingo hay 800 frecuencias diarias que se dirigen a Manabí, Esmeraldas, Los Ríos y Pichincha. En total, 45 empresas cubren las rutas hacia la Costa y la Sierra. El presupuesto anual de la terminal terrestre es de USD 1,1 millones.
Unos 15 000 viajeros usan esta dependencia cada día.
Otro sector preocupado es el ganadero.Vinicio Arteaga, presidente de la Asociación de ganaderos, dice que es urgente garantizar la movilidad. Él indica que es imperativo que si la vía hacia Alóag se cierra, la Calacalí-La Indecencia esté habilitada. El año pasado se cerraron las dos carreteras al mismo tiempo.
En su opinión, el usar otra vía puede incidir en el precio del ganado. “Los comerciantes pagan menos, porque argumentan que deben invertir más en la trasportación de los animales y eso nos afecta en los ingresos”.
Según Arteaga, la Asociación de ganaderos comercializa cada semana unas 8 000 cabezas de ganado bovino, porcino y caballar. En las ferias de los martes y jueves se mueve alrededor de USD 3 millones en compras y ventas.
Para garantizar el tránsito de vehículos livianos, la Policía Nacional pondrá en marcha un operativo que se planificó con un mes de antelación. El comandante, Pablo Santos, aseguró que tres patrullero recorrerán de forma constante la vía Alóag-Santo Domingo.
El Comando de Santo Domingo de los Tsáchilas coordinará acciones con su similares de Pichincha. Asimismo, mantendrá una comunicación permanente con los técnicos de la empresa Hidalgo&Hidalgo. El propósito es establecer una comunicación fluida para alertar sobre accidentes de tránsito y deslaves.
Otro operativo arma el Gobierno Provincial de Pichincha. A lo largo de la carretera se levantan carpas de auxilio. También se colocan grandes rótulos fluorescentes en los sitios en donde hay peligro de deslaves o en donde se realizan trabajos de ampliación.
Además, darán información y habrá maquinaria dispuesta para retirar el lodo y piedras en caso de que se registren deslaves.
Otros perjudicados
Los pequeños comerciantes de melcochas de Alluriquín (km 80) aspiran a que la vía no ce cierre por el invierno y los deslaves. Aquí, además, se comercializan licores de sabores de menta, mora, banano, cacao, chicle y coco, entre otros.
Otro sector que espera un buen feriado es el del comercio de frutas. Los locales están a 5 km de Santo Domingo, en la vía hacia Alóag. María Alcívar, una de las expendedoras, tiene listas 250 sandías para vender. Su puesto también tiene naranjas, mandarinas, zapotes, piñas, etc.