CIDH denuncia 'alarmante' deterioro democrático y de DD.HH. en Venezuela

Un grupo de personas participa en una manifestación hoy, lunes 12 de febrero del 2018, en conmemoración a los jóvenes muertos durante las protestas de los años 2014 y 2017. Foto: EFE

Un grupo de personas participa en una manifestación hoy, lunes 12 de febrero del 2018, en conmemoración a los jóvenes muertos durante las protestas de los años 2014 y 2017. Foto: EFE

El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco Eguiguren (segundo a la derecha), habla junto al secretario general, Paulo Abrão (segundo izquierdai) y los relatores Soledad García y Edison Lanza, durante la presentación del informe Institucionalidad democrática: estado de derechos y derechos humanos en Venezuela. Foto: EFE

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente autónomo de la OEA, denunció este lunes 12 de febrero del 2018 un “alarmante” deterioro de la institucionalidad democrática y el respeto de los derechos humanos en Venezuela.

El “debilitamiento de la institucionalidad democrática en Venezuela” se observa desde 2002, pero en los últimos dos años, y especialmente en 2017, “ha tenido una profundización e intensificación alarmantes”, afirma la CIDH en un informe que documenta abusos y desviación de poder por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

El reporte de la CIDH es el tercero en 15 años en señalar un agravamiento de la crisis institucional y de derechos humanos que atraviesa Venezuela, después de informes en 2003 y 2009, elaborados bajo mandatos del entonces presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.

“Venezuela no puede continuar eludiendo indefinidamente sus responsabilidades internacionales en materia de derechos humanos”, dijo el presidente de la CIDH, Francisco Eguiguren, al presentar el documento.

El reporte, remitido por la CIDH al Estado venezolano el viernes, incluye 76 recomendaciones a poner en práctica “con máxima urgencia” para recuperar la integralidad de la institucionalidad democrática y el respeto de los derechos humanos.

Un grupo de personas participa en una manifestación hoy, lunes 12 de febrero del 2018, en conmemoración a los jóvenes muertos durante las protestas de los años 2014 y 2017. Foto: EFE

“Es urgente que el Estado de Venezuela asuma y reconozca la gravedad de la situación, atienda las recomendaciones realizadas en este informe, y acepte los ofrecimientos de cooperación internacional que buscan el bienestar de sus habitantes”, agregó, instando al gobierno venezolano a permitir una visita en el terreno de la CIDH.

Además, pidió a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a activar los mecanismos políticos que permitan poder acabar con estas “situaciones catastróficas”.

En su informe de 165 páginas, la CIDH se centra en las cuatro “preocupaciones centrales” con relación a Venezuela: un resquebrajamiento de la democracia y “serios obstáculos” para la participación política; un incremento de la represión y la censura; un aumento de la violencia y la inseguridad ciudadana; y una intensificación de la pobreza y la pobreza extrema.

Abusos, hambre y migración forzada

En Venezuela hay un “desprecio por el Estado democrático de Derecho”, asegura el reporte, demostrado por una “inobservancia del principio de separación de poderes” y una “usurpación de funciones del Poder Legislativo” por parte del Ejecutivo y el Judicial.

“La Asamblea Nacional (Congreso), democráticamente elegida, ha sido seriamente impedida de ejercer sus funciones constitucionales por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”, subraya la CIDH.

Ante las protestas contra el gobierno de Maduro por esta situación, que entre abril y julio pasado dejaron más de un centenar de muertos y miles de detenciones arbitrarias, la CIDH expresa su “más enérgico rechazo” a la represión estatal.

Además, el reporte da cuenta de violencia sexual, censura, represalias contra disidentes, inseguridad ciudadana, criminalidad, limitaciones a los derechos políticos, desabastecimiento de alimentos y medicinas, desnutrición y carencias sanitarias, en medio de hiperinflación y altos niveles de corrupción e impunidad.

“La crisis existente ha generado que quienes viven en Venezuela enfrenten dificultades inaceptables para satisfacer sus necesidades más básicas de alimentación, vivienda, salud y educación”, apunta.

En ese sentido, la CIDH subraya su “preocupación por el gran número de personas venezolanas que se han visto forzadas a migrar a otros países de la región en los últimos años”.

“Reiteramos que los Estados, principalmente aquellos receptores de la población venezolana desplazada, deben adoptar medidas para evitar la xenofobia y discriminación, dijo Eguiguren.

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