El circuito del proyecto de ampliación de la ciclovía de Quito, Ladrón de Guevara-Colón-Amazonas-Patria, estará habilitado el 17 de octubre del 2016, así lo dio a conocer Juan Pablo Solórzano, gerente de Operaciones de Movilidad de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop). Los ciclistas se muestran positivos ante la obra, pero creen que aún falta informar a la ciudadanía sobre el tema.
El crecimiento de ciclistas en la ciudad ha hecho que se amplíe la ruta para bicicletas tanto hacia el norte como hacia el sur de la capital. El proyecto contempla varias etapas y varios sectores a ser intervenidos. Según la Secretaría de Movilidad actualmente la red de ciclovías de Quito tiene 83,6 kilómetros, tomando en cuenta áreas recreativas. Al finalizar el proyecto de ampliación, en el 2017, el circuito comprenderá alrededor de 200 kilómetros, sin las vías que se encuentran en los parques, explicó Solórzano.
En el actual proyecto se busca que las calles principales sean también utilizadas por quienes manejan bicicleta. Es por ello que algunas rutas existentes fueron reevaluadas y se concluyó que no eran óptimas por ser secundarias. “No tengo que desviar a los ciclistas, sino acomodarlos en las vías principales”, manifestó Solórzano.
Sofía Gordón, Investigadora urbana y miembro del colectivo Carishinas en bici, comenta que en la última semana de septiembre las autoridades de la ciudad se reunieron con los ciclistas para enseñarles el proyecto de la ciclovía. “El trazado ya está hecho, no tuvimos muchas observaciones que hacer. Sin embargo, es importante que hayan tomado en cuenta los proyectos que ya se habían trabajado desde Biciacción. Se rescataron algunas rutas que ya fueron analizadas. Y sobre todo estas rutas están en las calles principales que eran nuestra mayor observación al proyecto anterior”, explica.
Sin embargo, Gordón, al igual que miembros de otros colectivos de ciclistas, manifestó que para que el uso de la ciclovía sea óptimo aún existen algunos puntos pendientes. “Creo que es importante además de la infraestructura de seguridad realizar campañas de socialización. Se debe trabajar en un proceso fuerte de información, en donde el empeño esté en decir que la calle es espacio público”.
Aunque el diseño de la ruta cuenta con infraestructura técnica que busca que los conductores respeten el espacio de los ciclistas, como líneas pintadas, zonas verdes y símbolos, existen una gran cantidad de conductores que no lo hacen.
El martes 4 de octubre este DIARIO recorrió el circuito de la Avenida Colón. Durante una hora, que nos encontramos en la intersección con la Avenida Amazonas, 7 vehículos se estacionaron en la calzada y en la ciclovía. Hubo un altercado cuando un grupo de ciclistas pidió a un conductor que se retire de su camino y éste decidió moverse hacia la vereda. Los agentes de tránsito del sector al ver el incidente lo sancionaron. Además, dos automóviles invadieron la ruta de las bicicletas en contravía porque su camino era utilizado como contraflujo.
Para Patricia Granja, médica, ciclista y activista por los temas de movilidad, la falta de entendimiento entre los ciudadanos dificulta la convivencia en la vía pública. “Muchas veces los autos compiten contigo como ciclista. Realmente estamos expuestos al día a día a tener accidentes. También, muchas veces con los peatones creemos que tenemos que mejorar esta relación entre peatones y ciclistas. Siempre el peatón tiene prioridad”.
Los vecinos de la ciclovía
En los lugares por donde cruza la ciclovía los vecinos se muestran un poco disconformes. El 29 de septiembre en el valle de Cumbayá, los comerciantes y moradores de la calle María Ángélica Idrobo se manifestaron porque la zona azul fue borrada. Las autoridades decidieron suspender de forma indefinida el proyecto en ese sector.
En el circuito de la Colón algunos comerciantes no están de acuerdo con el camino para bicicletas, dicen que los conductores no pueden estacionarse y por ello bajan las ventas. Olivia Pacalla, comerciante comenta que “Los municipales vienen y multan, sin preguntar, sin sabe por qué están aquí”. En cambio, Galo Molina, vendedor del sector, cree que aunque la ruta para bicicletas sea un poco incómoda para los peatones y vehículos para el bien de todos hay que acostumbrarse.