CIA: Ejecuciones selectivas de talibanes, poco efectivas

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La ejecución selectiva de los líderes talibanes no tuvo un impacto importante sobre la organización, según un informe de la CIA que es filtrado por la plataforma Wikileaks y que incluye también los casos de la muerte del líder de las FARC Raúl Reyes y de la detención del jefe de Sendero Luminoso en el Perú.

En el informe de 2009 se indica que los talibanes fueron capaces de reemplazar a sus altos mandos de forma rápida, por lo que las operaciones de la coalición internacional contra sus líderes no surtieron el efecto esperado.

El análisis, titulado "Las mejores prácticas en contrainsurgencia", se centra en el papel de lo que llama operaciones contra "objetivos de alto nivel" (HVT por sus siglas en inglés, High Value Targeting), que considera justificadas como herramienta en la lucha contra los grupos armados y de las que detalla sus pros y contras.

El texto define este tipo de acciones como "operaciones centradas en individuos específicos de redes cuya neutralización o marginalización" reduciría significativamente la efectividad del "grupo insurgente".

La conclusión del estudio es que los talibanes no son particulamente vulnerables a la táctica, debido a su gran capacidad de reemplazar a los líderes perdidos, "un comando centralizado pero flexible y control revestido de estructuras igualitarias pastunes". La mayoría de los combatientes talibanes proceden de la etnia pastún, mayoritaria en la región entre Afganistán y Pakistán.

Según el informe, clasificado como secreto, este tipo de operaciones selectivas buscan "reducir la efectividad insurgente, debilitar la voluntad insurgente y reducir el nivel de apoyo a la insurgencia". Sin embargo, los potenciales efectos negativos incluyen "el aumento del apoyo a la insurgencia" en algunos casos o provocar que "los insurgentes cambien su estrategia u organización".

También reconoce que este tipo de campañas refuerzan el apoyo de la población a los grupos armados, radicalizan a los líderes que quedan con vida y crean un vacío de poder que pueden aprovechar otros grupos más radicales. También pueden "escalar el nivel de violencia en un conflicto, lo que pueder ser o puede no ser útil a un determinado gobierno".

Según la Oficina de Periodismo de Investigación ha habido 354 ataques de drones en Pakistán que buscaban matar a líderes talibanes y de Al Qaeda desde que el presidente estadounidense, Barack Obama, dio mayor prioridad a la guerra con estos aviones no tripulados en 2009.

En la campaña han muerto entre 2 400 y 3 888 personas, de las que se estima que entre 416 y 959 fueron víctimas civiles, cientos de ellas niños.

Entre los casos analizados en el informe hay además dos latinoamericanos: la muerte del líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Raúl Reyes en marzo de 2008 y la captura del peruano Abimael Guzmán, máximo líder de Sendero Luminoso, en 1992.

El texto considera un gran éxito el efecto que tuvo la muerte de Reyes. El golpe "dañó seriamente la moral y la disciplina" de las FARC, opina la CIA.

Reyes murió en un ataque de la Fuerza Aérea colombiana a un campamento guerrillero en la zona selvática de la Angostura, en territorio ecuatoriano. Junto con el dirigente murieron otros 22 milicianos y cuatro estudiantes mexicanos y el hecho enturbió gravemente las relaciones entre Colombia y Ecuador.

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