La pared de una edificación en la parroquia Joyagshí se desplomó tras el movimiento. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Viviendas cuarteadas y con daños estructurales leves y moderados se reportaron en el cantón Chillanes, en la provincia de Bolívar, tras el sismo de 6.2 grados que se registró la noche de ayer, 7 de septiembre del 2018.
Alexandra Ocles, ministra de Gestión de Riesgos, dijo que alrededor de 438 personas en Bolívar resultaron afectadas por el sismo. Ellas habitaban en las casas que registraron daños estructurales y también de mampostería. Algunos están en hogares acogientes.
Ocles participó en una reunión del Comité de Operaciones en Emergencias de Chimborazo que, hasta el cierre de la edición, continuaba. Allí se presentaron los reportes de los recorridos por Pallatanga, Cumandá, Alausí y Chunchi, cantones afectados por el movimiento telúrico.
La Ministra informó, además, que mañana, domingo 9, se realizará una nueva inspección en Bolívar para determinar qué casas deben ser demolidas por no estar aptas para la habitabilidad. En la inspección participarán el viceministro y técnicos de la SGR. El recorrido se hará en las primeras horas.
Inicialmente, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) informó que en la provincia existen 123 vivendas afectadas. Y aún se siguen evaluando los daños. Cuatro equipos técnicos de Gestión de Riesgos y de los ministerios de Educación, Salud y Vivienda recorrieron las urbes de Guaranda y Chillanes.
Por ejemplo, hubo vidrios rotos y paredes cuarteadas en varias casas del Centro Histórico de Guaranda. Los obreros del Municipio retiraron los escombros, pues se cayeron tejas y una pared en el sector de la Plaza Roja. El alcalde Ramsses Torres mencionó que los daños en el cantón son leves.
Margoth Salazar, jefa Política del cantón Guaranda, afirmó que “hasta el momento no tenemos noticias de casas desplomadas”.
En la parroquia Guanujo, un tramo del cerramiento del cementerio se desplomó y 22 tumbas quedaron al descubierto. Dos trabajadores levantan nuevamente el muro. Juan Chillo, uno de los jornaleros, mencionó que impiden que la gente se lleve los restos y dos policías resguardan el lugar.
En Chillanes, 11 familias fueron evacuadas. El COE se mantiene en sesión permanente.
El gobernador de Bolívar y presidente de COE, Aníbal Coronel, dijo que hay casas con paredes cuarteadas; también daños en el edificio donde funciona la Coordinadora del Ministerio de Educación de Chillanes. “Los técnicos que inspeccionaron la infraestructura determinaron que las bases están en buenas condiciones”.
La iglesia central del cantón San José de Chimbo, que es Patrimonio Cultural, también corre el riesgo de desplomarse.
El párroco Pablo Suárez cuenta que con el terremoto de abril del 2016 la estructura se dañó y las reparaciones costaban USD 120 000. Sin embargo, la falta de recursos y apoyo generó que la restauración se hiciera a medias.
Mientras, los habitantes de Joyagshí, una parroquia de Chunchi situada en el sur de Chimborazo, aún están atemorizados por el fuerte sismo que sacudió sus casas la noche del jueves. En ese pequeño poblado de 250 habitantes, siete viviendas tienen daños estructurales leves y moderados.
Los técnicos de Riesgos evalúan los daños que sufrieron las viviendas de Chunchi. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La casa de Ruth Paredes, a un costado de la vía Panamericana, es una de las más afectadas. Parte del techo de concreto se cayó y las paredes de bloque se trizaron. Técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos la evaluaron y consideran que no es apta para habitarla mientras no se reparen los daños.
Chunchi y una parte de Alausí se quedaron sin energía, tras la caída de los postes. “La gente lloraba, deambulaba descalza por las calles y se escuchaba llorar a los niños. Nos tocó sacar los colchones y dormir fuera porque había réplicas, todo estaba oscuro”, cuenta Julio Narváez, presidente de la Junta Parroquial.
Esa parroquia es una de las más afectadas por el temblor de 6.2 grados que ocurrió a las 21:12 del jueves. También hay viviendas cuarteadas en la parroquia Llagos de Chunchi, Sibambe de Alausí, y en los cantones Pallatanga y Cumandá.
Un equipo de la Secretaría de Gestión de Riesgos y de la Gobernación de Chimborazo recorrió esos cuatro cantones.
“En la evaluación determinamos que hay viviendas de construcción mixta que no están en condiciones de habitabilidad, dijo Alexandra Ocles.
El sismo liberó energía
La continua presión entre las placas de Nazca y la Continental provocó una nueva liberación de energía, que se manifestó con el sismo del jueves. Así lo explicó Alexandra Alvarado, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
Por esa liberación, agregó Alvarado, hubo una fractura de la placa que está en el océano (ver gráfico). “Frente a las costas ocurre un fenómeno, en el cual la placa de Nazca se mete debajo del continente. Ese proceso generó el sismo del 16 de abril (2016), en la zona de contacto de las mismas”.
Dijo que este es un proceso normal que seguirá ocurriendo en los próximos años. “Los ben forma general se producen porque las rocas se rompen y se producen las ondas sísmicas”.