La biodiversidad ecuatoriana sumó una nueva especie a su inventario. Se trata de Chrysometa chuchaqui, una diminuta araña descubierta por el biólogo Pedro Peñaherrera en el valle de Tandayapa, provincia de Pichincha.
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Un hallazgo en el valle de Tandayapa
El hallazgo fue publicado oficialmente el 19 de mayo de 2025 en la revista científica Zootaxa. La especie, que pertenece a la familia Tetragnathidae, es endémica del bosque montano siempre verde ubicado a 3 000 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera occidental de los Andes del norte del Ecuador.
Chrysometa chuchaqui presenta dimorfismo sexual en tamaño y coloración. El macho mide 4,13 mm, con un caparazón marrón decorado con una marca amarilla en forma de mariposa. La hembra, más grande, alcanza los 4,57 mm y tiene una tonalidad amarillo pálido en el cuerpo y las patas. Este tipo de diferenciación entre sexos es común en el grupo al que pertenece esta araña.
Actualmente, se conoce su presencia únicamente en la localidad donde fue hallada, cerca de la estación de bosque nublado Tandayapa, administrada por la Universidad San Francisco de Quito.
El nombre de esta nueva especie destaca por su peculiaridad. Peñaherrera eligió “chuchaqui”, un quechuismo muy usado en Ecuador para referirse a la resaca, como forma de conectar el hallazgo científico con su experiencia personal y cultural. El término también hace referencia a una de las canciones más reconocidas de la banda Guardarraya, grupo que ha acompañado musicalmente al investigador desde su adolescencia.
Con esta, Ecuador suma 24 especies del género Chrysometa, seis de las cuales han sido descritas en la cordillera occidental de los Andes. A nivel mundial, existen 147 especies reconocidas de este género de arañas.
El descubrimiento de Chrysometa chuchaqui resalta la importancia de seguir explorando y conservando los ecosistemas únicos del país.