En 'chivatekas' y rancheras se grita Viva Quito

Las celebración por las Fiestas de Quito en las denominadas chivas es tradicional. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Dos horas a bordo de un vehículo abierto con música, pitos, disfraces y el tradicional canelazo. Eso es lo que ofrecen quienes brindan el servicio de chivas, que se han convertido en una tradición durante fiestas de Quito. En esta época la demanda se duplica o triplica, en algunos casos.
Así lo explica Diego Artunduaga, propietario de la Chiva de Mi Pueblo, quien ofrece opciones tradicionales y modernas. Las siete 'chivatekas' incluyen DJ, mientras que las tres chivas tradicionales o rancheras vienen con banda de pueblo y tienen un balcón para que alrededor de siete parejas puedan bailar.
En temporada baja, tienen un promedio de 35 contratos a la semana, pero en fiestas de Quito pueden superar este número de pedidos en un solo día. Las reservaciones se hacen desde mitad de año y el día más fuerte, en este 2015, será el viernes 4 de diciembre. Para esa fecha, cuenta Artunduaga, ya están todas las chivas reservadas.
Elizabeth Villegas, por ejemplo, contrató la chiva durante estas fiestas junto a sus compañeros de trabajo. Esto se ha vuelto una tradición desde hace varios años, ya que es una forma de celebrar y contagiar su alegría a toda la ciudad.
Los precios también se modifican. Normalmente alquilar una chiva cuesta de USD 160 a USD 380, pero en estas festividades asciende a USD 330 en la mañana y USD380, en la noche. Para llenar los pocos cupos que todavía están disponibles, ofrecen vehículos grandes (para 45 personas) en USD 280.
Roberto Villagómez, propietario de Planeta Marketing y Eventos, ofrece diversos valores dependiendo de las fechas. Por ejemplo, desde el 27 de noviembre al 1 de diciembre están en USD 350, el 3 y 5 asciende a USD 400 y el 4 de diciembre se puede conseguir una chiva en USD 400.
Él coincide en que la demanda es alta durante las celebraciones por la fundación de la capital, por ser la forma típica de celebrar. El día más fuerte, cada chiva hace aproximadamente seis recorridos por día, mientras que un viernes normal, reciben de dos a tres pedidos.
El trayecto de esta chiva es por los lugares “más vistosos” de la ciudad y realizan una parada en la Basílica, donde los pasajeros descienden para bailar al ritmo de la coreografía marcada por el animador. Además, incluye 24 litros de canelazo sin alcohol.
Artunduaga, por otro lado, ofrece las dos opciones. A quienes deseen les agrega licor, pero solo está permitido el canelazo y advierten a los pasajeros que si hay una revisión y son encontrados con otro tipo de bebidas alcohólicas, deberán pagar la multa que se impone por beber en un espacio público.
En las chivas se realizan concursos para elegir al rey y a la reina, se otorgan premios y se practican dinámicas a cargo del DJ o animadores, que en estas fechas, no dejan de gritar “Viva Quito” a través de su micrófono para motivar a los pasajeros.
Para quienes desean una opción diferente también están los chiva bus o “partybus”. La empresa Explotours ofrece dos horas de recorrido a bordo de un bus con una barra, música, las ventanas bajas para ventilación y un tubo para que puedan bailar los asistentes. La oferta empieza desde las 09:00 y termina a la 01:00. Durante fiestas de Quito la demanda sube en el 80%, pero el precio se mantiene durante todo el año.