Pekín, AFP
China comunista, convertida en una potencia mundial, festejará el jueves de manera fastuosa el 60º aniversario de su fundación, con un desfile militar y otro de 100.000 ciudadanos de Pekín, en medio de estrictas medidas de seguridad.
La fiesta nacional recuerda la proclamación de la República Popular China -uno de los últimos regímenes comunistas que han logrado subsistir hasta el siglo XXI- por Mao Zedong, en la Plaza Tiananmen, el 1º de octubre de 1949.
Los festejos fueron preparados durante meses por el Ejército y por batallones de “voluntarios” que desfilarán a bordo de carrozas alegóricas, bailarán y entonarán cánticos a la gloria del régimen o participarán en el dispositivo de seguridad.
El despliegue policial, mayor que en los Juegos Olímpicos de 2008, fue de par con una propaganda omnipresente y con el refuerzo de las restricciones al acceso a internet y al trabajo de los corresponsales extranjeros.
La organización perturbó considerablemente la vida coditiana de 17 millones de pequineses, sometidos a controles de identidad y a cacheos para entrar en ciertos barrios. De hecho, el gobierno instó a la ciudadanía a seguir los actos por televisión, pues se trata más de una demostración de fuerza del régimen que de un día de jolgorio popular.
“Para la mayoría del público, acercarse a Tiananmen será una misión imposible”, advirtió el diario oficial en lengua inglesa China daily.
El vicecanciller, Zhang Zhijun, explicó a periodistas que la pompa de los festejos es una señal de que “China tiene una gran confianza en el futuro”.
Las ceremonias se abrirán con un discurso del presidente Hu Jintao, a las 10H00 locales (02H00 GMT) , tras el cual el Ejército Popular de Liberación (EPL) iniciará su primer desfile en diez años.
Los militares avanzarán por la avenida Chang’An (de la Gran Paz) hasta Tiananmen, frente a la ex Ciudad Prohibida, en cuya entrada se colgará un retrato nuevo de Mao. Allí estarán reunidos la dirección comunista y el cuerpo diplomático.
El ELP, el mayor ejército del mundo, expondrá el “salto cualitativo” de su armamento, como lo definió el ministro de Defensa, Liang Guanglie. El desfile mostrará “52 tipos de armanentos militares 100% chinos, 90% por primera vez”, y será sobrevolado por 150 aviones, anunció el general Gao Jianguo, portavoz de la organización.
El recorrido completo durará 66 minutos, y será observado con atención por los expertos militares extranjeros, que aguardan una eventual presentación de una nueva versión del misil balístico intercontinental chino Dongfeng 31 y del avión caza Jian-10.
Unos 100 000 estudiantes,de escolares y trabajadores efectuarán luego su propio desfile por el centro de la ciudad, con unos 8.000 vehículos alegóricos. Los preparativos de esta ceremonia duraron meses y plantearon verdaderos rompecabezas logísticos.
Las minorías étnicas tendrán un lugar destacado, después de un año de levantamientos de protesta en el Tíbet budista y en el Xinjiang, una región del noroeste con población mayoritariamente musulmana.
Por la noche, el cielo se verá iluminado por “el mayor lanzamiento de fuegos artificiales del mundo”, bajo la supervisión del célebre director de cine Zhang Yimou, según informó el diario Global Times.
Pero la víspera de esas grandiosas celebrabraciones, el centro de Pekín, totalmente bloqueado, tenía la apariencia de una ciudad muerta.
Y el cielo estaba cubierto por una espesa niebla por segundo día consecutivo, aunque los servicios de meteorología auguran que se despejará para los festejos.