Chile ve con 'preocupación' la represión policial en protestas estudiantiles

Un joven es detenido por la policía, durante una manifestación en contra de la violencia machista el pasado miércoles 16 de mayo de 2018, en Santiago de Chile. Foto: EFE

Un joven es detenido por la policía, durante una manifestación en contra de la violencia machista el pasado miércoles 16 de mayo de 2018, en Santiago de Chile. Foto: EFE

Un joven es detenido por la policía, durante una manifestación en contra de la violencia machista el pasado miércoles 16 de mayo de 2018, en Santiago de Chile. Foto: EFE

Las protestas estudiantiles y feministas que han sacudido Chile en las últimas semanas han derivado en una "fuerte represión" por parte de la policía, una práctica que desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ven con "preocupación".

Así lo indicó en una entrevista Laura Matus, abogada de la Unidad Jurídica y Judicial del INDH y coordinadora del Sistema de Observadores Independientes que el organismo público despliega en las manifestaciones.

"Muchas veces hemos recibido quejas de personas privadas de libertad que han denunciado que fueron golpeadas y agredidas en el trayecto desde el lugar de la detención hasta la comisaría" explicó Matus.

El equipo que dirige en Santiago está compuesto por seis funcionarios públicos, cuyo objetivo principal es registrar la actuación de Carabineros (Policía militarizada), en concreto el uso de la fuerza.

Para ello, los observadores toman nota de los datos de los detenidos y dónde van a ser trasladados, así como verifican que éstos no presenten lesiones o signos de violencia, una tarea que realizan dentro de los propios furgones policiales.

Uno de los puntos más importantes de esa labor, continuó Matus, se centra en comprobar que las medidas de contención usadas por las Fuerzas Especiales de Carabineros cumple con los estándares.

"Carabineros está sujeto a varias normativas y tratados para regular sus protocolos de actuación, dentro de los cuales se incluye el principio de gradualidad en el uso de la fuerza, que establece que incluso ante una reacción violenta de un manifestante ellos no pueden hacer uso de toda su fuerza", expuso la abogada.

Sin embargo, desde el INDH denunciaron que en la primera marcha estudiantil del año, celebrada el pasado 19 de abril, hubo "más represión" que en manifestaciones anteriores, e incluso los policías impidieron que los observadores pudieran entrar a los furgones a hacer su trabajo.

En los últimos meses, el papel de Carabineros ha sido puesto en tela de juicio tras conocerse varios casos de corrupción dentro del cuerpo. Entre ellos, el desfalco de más de 25 millones de dólares entre 2010 y 2015, por parte de al menos 60 agentes.

También la labor de la institución ha estado cuestionada por los constantes enfrentamientos que se producen entre carabineros y el pueblo mapuche en La Araucanía, un conflicto que se acrecentó recientemente cuando se desveló que las propias fuerzas de seguridad implantaron pruebas para involucrar a varios mapuches en atentados incendiarios en esa zona del sur del país.

Una de las quejas más generalizadas, detalló Matus, tiene relación directa con el actuar de los carabineros de forma previa al final de la manifestación, incluso antes de que haya disturbios, con el uso de los "guanacos" (carros lanza aguas) y el gas lacrimógeno.

"Existe una denuncia constante de que los gases son cada vez más fuertes y que el agua que lanzan desde los carros no es pura, sino que está mezclada con un elemento que provoca mucha irritación. Una cuestión que nos preocupa como institución porque podría acabar provocando un problema de salud a alguien", sentenció.

Este hecho también ha sido denunciado alrededor del mundo por organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, ya que no está claro el efecto que tiene el gas lacrimógeno sobre el cuerpo, que podría dañar directamente el sistema inmune y reproductivo de quien lo inhale.

Pese a esto, la abogada destacó que en los últimos años el respeto y cuidado de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad chilenas ha sufrido "avances y retrocesos".

En lo positivo, Matus valoró el esfuerzo que ha hecho Carabineros para incluir la formación sobre este tipo de cuestiones dentro de la misma institución, creando un departamento específico para ello.

Al mismo tiempo planteó sus dudas sobre la efectividad que tienen esas medidas, ya que consideró que son útiles para los altos mandos pero no para los policías que acuden a las manifestaciones, quienes son los que ejercen el uso "desmedido" de la fuerza.

Es por esto que desde el INDH ven con "preocupación" lo que pueda pasar en los meses siguientes, ya que es en junio, julio y agosto cuando más protestas se producen en Chile.

"Aún no hemos llegado a ese momento, pero estamos atentos y trabajando duro para que cuando ese momento llegue podamos prevenir ciertas situaciones y ciertos excesos en el uso de la fuerza" concluyó la abogada.

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