Los pequeños y veloces carros pasaron primero por una revisión, a cargo del Gremio de Maestros Mecánicos de Pichincha. Foto: Galo Pagay/ EL COMERCIO.
Tras la primera válida de la carrera de coches de madera Jorge Aguilar Veintimilla, 20 de los 50 competidores de entre seis y 16 años pasarán a la semifinal de esta tradición de fiestas de Quito.
Según la organización, encabezada por Marco Aguilar Veintimilla, este fue el primer año en el que participaron niños de seis años.
Los pequeños y veloces carros pasaron primero por una revisión, a cargo del Gremio de Maestros Mecánicos de Pichincha, quienes se aseguraron de que tuvieran el peso y el diseño correcto, para que sea una competencia equitativa y segura.
En la última manga, un chico estuvo a punto de ser descalificado, pero entre los corredores de coches de madera hay compañerismo y solidaridad. Un niño buscó entre sus cosas y le prestó las rodilleras. Así, el joven pudo correr. En estas competencias no se puede participar si los pilotos no tienen un casco seguro, rodilleras y coderas.
Sin embargo, en todo el trayecto hay personal médico y municipal listo para socorrer a los chicos si fuera necesario. En esta jornada, siete muchachos sufrieron percances. Dos de ellos tuvieron lesiones leves.
La carrera tradicional de los coches de madera se realizó el sábado 24 de noviembre del 2018 en la calle Las Casas la calle Las Casas. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Durante la competencia se escucharon voces de periodistas deportivos que usualmente narran partidos de fútbol.
Gonzalo Rodríguez, quien tiene 40 años de trayectoria en radio y televisión, cuenta que desde sus inicios ha relatado estas carreras. “Como quiteño y periodista que soy, es lindo cubrir algo que está enraizado en la gente. ¿Quién no se habrá subido a un coche de madera?”, dice.
Él se contagia de la emoción y el nerviosismo de los padres cuando preparan a sus hijos para la carrera. Muchas veces los ha visto llorar. Le da mucha ternura ver a los niños concentrados y escucharlos decir que esta es una tradición heredada. En la primera válida se sintió especialmente conmovido por un niño que dedicó su esfuerzo en esta ruta de la calle Las Casas, entre Villavicencio y La Isla, a su abuelo, quien está gravemente enfermo. Son estas cosas las que hacen de esta tradición un evento especial en las Fiestas de Quito.
Su colega Gustavo Villacreses, coordinador de Área Deportiva 99.3, lleva cinco años en esta tarea y afirma que ha sido gratificante hacerlo, porque un quiteño de corazón siente los coches de madera como algo suyo. Para él, lo mejor es narrar en medio de la gente que acude a ver la carrera, con la Reina de Quito y su corte de honor y con los competidores.
En la largada de la carrera estuvo Daniela Almeida, la flamante soberana de la ciudad y el alcalde Mauricio Rodas. Durante toda la competencia sonó música tradicional a cargo de la banda municipal.
María Dolores Aguilar es hija de Don Marco y recuerda que fue su tío Jorge quien organizaba la carrera y tras su fallecimiento, los demás le tomaron la posta por amor a Quito. Preparan la carrera desde julio y aunque les encantan los coches, ningún familiar corre, porque les parece antiético. Para ellos es suficiente con ver la alegría de las familias durante cada válida.
20 miembros de la familia trabajan medio año en estas competencias y para los días clave, el grupo sube a 50 personas. Este año habrá una segunda válida en la calle Río de Janeiro, en San Juan, el 29 de noviembre, a las 19:00. La final será en Las Casas, el 1 de diciembre, a las 08:00.
El ganador absoluto recibirá USD 500, el segundo clasificado USD 300, el tercero 200 y la mejor clasificada en damas, 200. Todos los pilotos que lleguen a la final tendrán un diploma y una medalla.