Hoy se estrena en el país ‘Al diablo con el amor’, una comedia romántica de corte tradicional, inocente y dulce, que gira en torno a las excentricidades de una florista con sus novios.
Bueno, en realidad Genevieve jamás da a sus pretendientes la oportunidad de alcanzar el rango de novios, pues esta mujer les corta después de la quinta cita.
Con ella no habrá una sexta salida, pues eso ya sería dar paso a una ‘relación’ y, para no sufrir los malos ratos, infidelidades y desavenencias que trae consigo la vida en pareja, prefiere quedarse con los buenos recuerdos de las primeras citas.
Hasta ahí, todos felices. Pero Genevieve conoce a Greg, el nuevo restaurantero y vecino, quien, harto de los fracasos que exhibe su currículo amatorio, decide probar la teoría de la florista y acepta salir con ella solo cinco veces. Tal vez ella tenga razón y eso de sufrir por amor es una estupidez. Después de todo, Genevieve siempre luce feliz y es querida por todos en el barrio: nadie deja de pedirle consejos.
‘Al diablo con el amor’ no tiene muchas pretensiones artísticas y tampoco está diseñada para aquellos que prefieren los personajes complejos y las historias escabrosas.
No es una lección de vida sino un paréntesis de distracción, afable, salpicado de chistes inofensivos, tópicos sobre el amor (chicas, lleven una libreta y tomen nota de los ‘tips’) e imágenes del Brooklin de nuestros días.
La pareja romántica está a cargo de Nia Vardalos y John Corbett, quienes ya estuvieron juntos en ‘Mi gran boda griega’ de 2002. No exhiben la misma química de esa exitosa cinta pero tampoco desentonan. Vardalos luce más convencida de su personaje, quizás porque también es la directora y guionista de la cinta.
Mejor está, eso sí, el trabajo del elenco de apoyo, algo numeroso pero a cargo de dar ambiente con sus bromas y sus gestos a la historia, la cual tiene sus mejores momentos en los ‘tips’ de Genevieve.
Luego el asunto se empantana un poco por la falta de riesgo de la directora, empeñada en que, con el final que todos esperan, broten los besos.