El cheque es el principal medio de pago en el Ecuador, pese al aparecimiento de otras alternativas como la tarjeta de crédito, transferencias electrónicas, pago a proveedores o roles de pago.
De acuerdo con datos de la Superintendencia de Bancos del Ecuador, USD 8 494, 2 millones estaban depositados en cuentas corrientes en las instituciones de la banca privada hasta julio del 2014. Esa cifra es superior a los USD 7 456,7 millones de los depósitos en libretas de ahorro, en el mismo mes.
Según el gerente del Banco del Pichincha en Cuenca, Fabián Cueva, sigue siendo el principal medio de pago. Esta entidad tiene cerca de 2 millones de clientes con cuentas corrientes.
Con la aplicación de las reformas al reglamento general de la Ley de Cheques, los dueños de las cuentas corrientes y quienes reciben los cheques deben considerar algunos cambios. No se deben colocar sellos secos o de ante-firmas de las empresas sobre las firmas autorizadas. Si eso ocurre el cheque será devuelto.
Desde octubre pasado, la compensación en el Banco Central ya no se realiza a través de los funcionarios de los bancos sino virtualmente. Al ser escaneando el cheque, el sello puede dificultar la visibilidad de los rasgos completos de la firma.
Además, las instituciones llevarán un registro de pedidos de revocatoria de cheques. Si hay tres solicitudes de revocatorias en un mes o seis en un año, el banco puede cancelar la cuenta corriente por mal manejo.
Otro tema que se debe considerar es la seguridad. La Superintendencia de Bancos dispuso que se use el papel que contiene marca de agua y textos que no son visibles a simple vista. El diseño de este documento financiero será microlineal o micropuntual para dificultar el borrado de datos y valores consignados. Se usarán tintas de seguridad que no pueden ser lavadas con químicos para evitar fraudes.
Según el director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados, César Robalino, se debe esperar esta semana para saber cuáles fueron las inquietudes de los usuarios sobre las nuevas normas sobre cheques en el país.
Cueva tiene un criterio similar, pero anticipa que no han existido reportes importantes sobre problemas.