En estos días, los sueños golpistas han rebasado las fronteras de Honduras y se han instalado en nuestra cálida Pelucolandia. Pero el golpe lo quieren dar no en Carondelet sino en el ex club más grande del país (porque lo único que tiene grande es un palmarés añejo, un estadio que nunca se llena y unas deudas). El cabecilla de esta perfumada revuelta pidió al Presidente en funciones que le deje el mando. Exhibe profundos argumentos:
“O sea, yo debo mandar en el club porque tengo dos virtudes que el ‘Presi’ de ahora no tiene: chequera y sabiduría. Clarof, ¿para qué dejamos que un banco endeude al club, si se pueden endeudar conmigo mismo? No todo es marketing.
Además, yo sí sé de fútbol. Yo quise traer al ‘Bolillo’, quien desde que salió de la Tricolor ha fracasado con tremendo éxito a donde ha ido. Yo vivo en Miami, donde el ‘soccer’ es ley. No es que yo sea golpista, para nadaf. Pero, o sea, nos estamos yendo a la B, y solo con mi chequera podremos impedirlo. O sea, renuncia, ‘Presi’, estás chiro”.