Entrevista a César Montúfar, candidato por Concertación (lista 51). Foto: Víctor Muñoz / EL COMERCIO
La faceta de César Montúfar, de hombre firme que presentó una acusación particular contra Rafael Correa y a sus colaboradores más cercanos, así como de hombre serio que sale a hacer campaña entregando folletos, se queda atrás cuando le tocó llevar a su hija a dos entrevistas, antes de dejarla en la escuela.
Padre e hija suben al auto de EL COMERCIO. “Salude, hijita, que los periodistas son bravos”, dice con una sonrisa. La broma pega y hace que el diálogo sea distendido.
Aparte de las denuncias contra la corrupción, su actividad se centra sobre todo en la docencia…
Soy un académico, profesor desde los 15 años. Cuando era adolescente, con mis compañeros del colegio creamos una pequeña escuela de alfabetización en San Carlos. He sido profesor de primaria, de secundaria, de un colegio para no videntes, también he ejercido en la universidad, tanto en pregrado como en posgrado, pero también desde los 13 años soy militante político. Entonces, puedo decir que soy un político, activista social y también un académico.
Pocos saben que fue periodista deportivo…
Tuve la suerte de trabajar con Alfonso Laso. Fui camarógrafo en ‘Ronda Deportiva’ durante tres años, en quinto y sexto curso y en primer año de universidad. Una experiencia muy linda. No sé por qué no me quedé, porque realmente me apasionaba el periodismo y sobre todo el periodismo deportivo. Yo grababa los goles detrás del arco norte del estadio Olímpico Atahualpa.
¿Hincha de qué equipo?
Hincha a muerte de la ‘Academia’. En eso también soy académico.
Y ahora, ¿qué se hace si el Deportivo Quito está mal?
Vamos al estadio a verle con mis hijos. Los hinchas del Quito tenemos una característica: no nos importa si gana o pierde. Lo importante es ir a verle a la ‘Academia’, disfrutar de la barra de Las Banderas, tomarse una rica cerveza en medio tiempo y las empanadas de morocho… ese es uno de los rituales más hermosos de los hinchas del Quito.
¿Qué va a hacer cuando llegue a la Alcaldía?
Hay varias cosas. Quito tiene tantos frentes, hay cinco planes urgentes que pondremos a andar desde el primer día: basura, seguridad, movilidad, sistema integrado de transporte y el llamado a la consulta popular para el estatuto autonómico. Pero el día después de la elección iniciaré un gran diálogo con los sectores organizados de la capital. Porque Quito ha sido una ciudad que en los últimos años perdió ese concepto de capitalidad y de ciudad democrática, deliberante. Lo que hemos tenido son alcaldías improvisadas, que han administrado la ciudad a saltos y brincos con una agenda impuesta por el Gobierno central. Por eso es necesario, incluso antes de asumir la Alcaldía, dedicar el primer mes para armar un diálogo con los diversos actores: un primer acuerdo ciudadano.
¿Cómo será el trabajo con el nuevo Concejo?
Llegaremos a los primeros acuerdos con los miembros del nuevo Concejo y eso pasa por lo que es mi filosofía de práctica política, que es la concertación. Concertar es un ejercicio de gobierno que parte del diálogo y de acuerdos para tomar decisiones trascendentes que no se agoten en el corto plazo, sino que puedan tener mayor durabilidad.
Siempre habla de fiscalizar. Es un eje bastante importante en su campaña.
La lucha anticorrupción tiene que ser un eje transversal de la gestión del próximo alcalde. En la corrupción está el origen, la causa de casi todos los problemas de Quito y del Municipio: desde la microcorrupción de aquel funcionario municipal que valiéndose de la tramitología genera trabas para el chantaje, hasta la megacorrupción, que nos ha llevado a tener concejales con grillete, o lo que he mencionado en relación con el Metro o la misma concesión del aeropuerto de Tababela, que aprobó el general Moncayo.
¿Qué va a hacer con el sistema integrado de transporte de Quito?
Yo presenté una denuncia que contiene evidencia muy fuerte. Para la construcción del Metro hubo pagos ilegales de Odebrecht y eso es algo que tiene que ser investigado y que, personalmente, me aseguraré de que se investigue, para que si hubiesen existido irregularidades sean restituidos esos dineros a la ciudad.
El Metro ya es una realidad, hay que partir de eso y el desafío es que sea la oportunidad para, primero, constituir el sistema integrado de transporte y, en segundo lugar, que se articule la política de ordenamiento territorial y planificación de la ciudad.
¿Y tomará esta oportunidad que hay de extender el Metro hacia el norte?
No soy partidario por el costo. Aumentar 4,5 km del Metro desde El Labrador hasta La Ofelia cuesta USD 380 millones, mientras que extender el Trolebús hasta Guamaní y hasta Carapungo y Calderón cuesta USD 47 millones.
En un debate habló sobre la regeneración del barrio San Roque y allí propuso movilidad, seguridad, el tema de los mercados. ¿Es un modelo que podría ampliarse a toda la ciudad?
Se necesitan no solamente proyectos para atacar problemas específicos, sino una visión sistémica de ciudad, que no se quede en la coyuntura, sino que se proyecte en el mediano y largo plazo. El problema del sistema de mercados y del sistema de comercialización en nuestros mercados es el caso más claro. Hay una población que ingiere alimentos de pésima calidad, hay inseguridad y además está caotizado el espacio público.
Para terminar con la corrupción, los puestos de venta pasarán a los vendedores. Vamos a trabajar en la regeneración de San Roque, vamos a hacer que sea el modelo de repotenciación de los mercados con el fin de transformarlos en lugares turísticos y en centros gastronómicos.