Ecuador-UE: dando y dando

Esta semana está previsto cerrar la negociación entre Ecuador y la Unión Europea, al menos la que depende de los equipos negociadores de ambas partes. Si algún tema queda pendiente, este se decidirá a nivel político.

En la parte final de la negociación, los temas por resolver son muy reducidos, pero al mismo tiempo definen si la negociación se concreta.

Esta semana se conocerá, por ejemplo, si el banano ecuatoriano podrá entrar a la Unión Europea en igualdad de condiciones que sus competidores: Colombia y los países centroamericanos, los cuales ya tienen firmado un acuerdo con la UE y están pagando menos aranceles.

O si se podrán excluir ciertos productos lácteos de la negociación, para reducir la competencia externa y que los productores nacionales puedan aprovechar más el mercado interno.

Para que lo anterior ocurra Ecuador deberá ofrecer algo a cambio a la Unión Europea, pues así funcionan las negociaciones comerciales y así han negociado los países vecinos, quienes marcaron la cancha para Ecuador.

El equipo nacional que viajó a Bruselas el fin de semana pasado también tiene bajo la manga temas que le interesan a la Unión Europea y que le servirán durante la negociación. Uno de ellos es la apertura del mercado ecuatoriano al ingreso de vehículos europeos, o también a los licores como el whisky, lo cuales han tenido restricciones.

En ese tira y afloja de la negociación, los resultados no serían muy diferentes a los alcanzados en meses y años pasados por Colombia, Perú y los países centroamericanos.

Ahora, en la tercera ronda de negociación, realizada hace un mes en Bruselas, Ecuador pidió a la UE la ampliación del Sistema General de Preferencias (SGP), para que los productos nacionales sigan ingresando al mercado europeo libre de aranceles mientras el acuerdo comercial entre en plena vigencia.

El pedido fue aceptado, pero no es gratuito. La UE lo utilizará para pedir algo a cambio.

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