Redacción Sociedad
Rodrigo Pineda es chileno. Mientras conversa se nota que aún conserva su acento. Hace cuatro años y medio empezó un negocio en la casa de su padre, en la av. De la Prensa, y aunque tenía la esperanza de que este creciera, no se imaginó que llegaría a tener 46 locales franquiciados en la capital y los valles.
Las papitas fritas a lo bestia, el negocio de Pineda, nació de la idea de dar a las papas fritas una presentación diferente en Quito. Su nombre tan sugerente surgió luego de un consenso entre su padre y su hermana, quienes ahora son sus socios.
Tome en cuenta
Los precios de cada franquicia dependen del contrato que se firme y que puede ser renovado. Pueden ir de USD 12 000 a 35 000.
La capacitación del personal, recetario, uso de los implementos de negocio, normalmente van incluidos dentro de la franquicia.
La ubicación del local en el momento de formar parte de una franquicia es básico, así las ganancias pueden incrementar en su negocio.
Otros locales franquiciados son Los Hot Dogs de la González Suárez, Yogurt Persa, Cebiches de la Rumiñahui, La Tablita del Tártaro, entre otros.“La idea de iniciar con las franquicias empezó hace un año. Nos pareció una muy buena oportunidad para que la gente invierta su capital en un negocio que ya tiene un nombre y está establecido”, explica.
Las franquicias, como indica Guido Santillán, director ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Franquicias, son la duplicación de un negocio exitoso. Actualmente existen alrededor de 150 empresas internacionales que laboran en el país y 30 ecuatorianas que han optado por esta modalidad.
Alexandra Lara, tiene 15 años, y mientras espera en el mostrador del local ubicado en la av. 10 de Agosto, para ser atendida comenta que prefiere este tipo de papas por su cantidad y la higiene con la que son preparadas. “Con una porción de papas puedo comer con todas mis amigas”.
Algo parecido sucede con la marca Jimmy Huber, un local de comida rápida. Su dueño, Javier Rodríguez, sostiene que actualmente siete de sus nueve locales son franquiciados, dos de ellos están en Ambato y Loja. La forma de trabajo es muy sencilla, Jimmy Huber tiene tres plantas en las que se procesan los cárnicos, el pan y las salsas, así controlan que la calidad de sus productos no disminuya.
Vicente Maldonado, de 20 años, es estudiante. Lleva su mochila y espera apurado su combo de hot dog, papas y gaseosa por el que pagó USD 2,40. “La calidad es superbuena, el hot dog es mi favorito y lo mejor es que no tengo que irme tan lejos de mi casa para comprarlo”.
El restaurante Pim’s está en el Ecuador desde 1981, y desde hace seis años decidió iniciar el proceso de franquicias. Actualmente, cuenta con tres restaurantes en Quito y dos de comida rápida en los valles, todos estos son franquiciados. Claudia Otero, representante de Pim’s, comenta que esta forma de hacer negocio es la más efectiva tanto para el dueño de una empresa como para quien quiere ser parte de una franquicia.
El caso de Pizza Planet, que apareció por primera vez hace 10 años en Quito, es distinto. Su dueño, Andrés Carrión, explica que aún no han entrado en franquicias pero que desde el próximo año iniciarán este proceso. Por ahora manejan cuatro sucursales, pero Carrión asegura que las franquicias son recomendables para que el negocio crezca, además de que desde hace un tiempo la gente ya le pide ser parte de su marca.
Óscar Cifuentes, de 18 años, es un asiduo cliente de este local. “Me encanta comer la pizza de aquí, no es grasosa y tiene nombres relacionados con el universo. Además, para mi economía es súper bueno”.