Emisión de gas y ceniza del volcán Tungurahua, el 14 de noviembre de 2015. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
Las poblaciones de Choglontus y El Manzano, en Chimborazo, y Quero, en Tungurahua, registraron las caídas de ceniza más fuerte en los últimos cuatro años. Ocurrió el 13 de noviembre del 2015.
Según un informe especial emitido por el Instituto Geofísico, similares precipitaciones sucedieron en seis ocasiones desde el 2010 en que se instalaron en los alrededores del volcán Tungurahua, que entró en su proceso eruptivo en octubre del 1999, los cenizómetros.
El documento detalla que las caídas más fuertes sucedieron el 9 y el 11 de diciembre del 2010, el 22 de noviembre del 2011, el 18 de mayo del 2012, y el 10 y 15 de agosto del 2012.
Viviana Valverde, vulcanóloga del Instituto Geofísico, explicó que eso ocurrió porque hay un volumen elevado de magma en el interior del volcán que se desfoga sin problemas, debido a que el conducto del coloso está totalmente abierto. Por eso se puede observar las grandes columnas de vapor con moderados contenidos de ceniza que este domingo 15 de noviembre del 2015. Estas alcanzan los 4,5 kilómetros de altura sobre el cráter.
Cultivos afectados por la ceniza del volcán Tungurahua. Foto: Instituto Geofísico
Además, se vieron piedras incandescentes que rodaron entre 500 a 600 metros y se escucharon constantes bramidos. Los vigías del macizo reportaron la caída de polvo volcánico en las poblaciones de Quero, Mocha y Cevallos, en Tungurahua, y Bilbao, Chonglontus, El Manzano, Yuhibug y Chontapamba, en Chimborazo. “Una de las zonas más afectadas es Chonglontus”.
Valverde mencionó que podría haber pequeños flujos piroclásticos ocasionados por la acumulación de material volcánico en los alrededores del edificio volcánico. Eso provocaría pequeñas avalanchas que no afectarán a la zona poblada, debido a que se acumularían en la parte alta del volcán.
“Hay que estar atentos a lo que ocurra en el macizo, especialmente con el incremento de la actividad. Tenemos el apoyo de la red de vigías que nos informan las novedades que se presentan en los alrededores del coloso”.