Cenas virtuales conectan a familias incluso en el exterior; disfraces, juegos en línea, mismo menú en cada casa...

Desde México, Karina Bravo disfrutó de una reunión con sus amigos de colegio, totalmente virtual. Foto: Archivo particular

Desde México, Karina Bravo disfrutó de una reunión con sus amigos de colegio, totalmente virtual. Foto: Archivo particular

Samantha López y 29 parientes de seis hogares, de Ecuador, EE.UU., España e Italia se juntarán. Foto: Archivo particular

El covid-19 le arrebató a la familia López a uno de sus miembros. Otros dos, adultos mayores, sobrevivieron a la enfermedad. Esto los dejó muy afectados, cuenta Samantha López. No quieren exponer a nadie más, así que la cena navideña será por Zoom.

Treinta personas de seis hogares en Ecuador, uno en España, otro en Italia y uno más en Estados Unidos rezarán la novena y se disfrazarán. Samantha, quien se encuentra embarazada, representará a la Virgen María, mientras que su padre, desde otra vivienda, dará un mensaje a los niños de la familia, vestido como el regalón Papá Noel.

El esposo de Samantha preparará paella. Y el plan es lograr repartirla a cada domicilio de los parientes en la capital. Y a la medianoche, todos cenarán, al mismo tiempo, mientras comparten la reunión de modo virtual.

De este modo se organizan familias ecuatorianas, que prefieren no exponerse a un posible contagio de coronavirus, cuyos casos en el país ya superan los 200 000.

Alrededor del 40% de los contagios en Europa se han producido en hogares, recuerda el epidemiólogo Daniel Simancas. “Se cree que la familia es una sola burbuja y no es así”.

Esta situación preocupa a las compañeras de colegio de Karina Bravo, quien reside en México y fue parte de la cena navideña del grupo, que se desarrolló de modo 100% virtual.

Desde Mérida, ella compartió con sus amigos que habitan en Conocoto, Tanda, San Carlos, Las Casas, La Mariscal, Amagasí y El Condado.

Los quiteños jugaron al amigo secreto, cuenta Karina, con una herramienta digital. Ella hizo llegar su regalo a su amiga en Ecuador y también recibió unos jabones artesanales en su casa, en México.

La reunión, a través de la plataforma Zoom, desarrollada el domingo 13 de diciembre, duró alrededor de cuatro horas, entre conversaciones y comida. Todos acordaron servirse hamburguesas. Después hubo espacios para juegos de palabras y de memoria.

Desde México, Karina Bravo disfrutó de una reunión con sus amigos de colegio, totalmente virtual. Foto: Archivo particular

Los sitios web con juegos virtuales de fácil acceso son una opción, señala Nycolai Moscoso, director de Tecnologías de la Universidad UTE. Para usarlos se puede compartir la pantalla a través de las herramientas de sesiones virtuales.

Fermín Gudiño y su familia solamente tienen acceso a WhatsApp, por lo que usarán esta opción para la videollamada familiar de esta noche. Él, sus hermanos y su madre prepararán hallacas, ensalada y pan durante el día. Lo dividirán en porciones, que repartirán a cada allegado.

En la noche -según el plan acordado- se conectarán desde sus viviendas ubicadas en Quito, con su padre que está en Venezuela. Juntos cenarán y compartirán la Nochebuena. Ninguna casa, cuenta Fermín, es lo suficientemente amplia y temen al covid-19.

Los rituales, que hacen parte de la vida social, como las reuniones familiares de esta época, se han visto transformados con la pandemia, apunta el sociólogo y antropólogo de la Flacso, Alfredo Santillán.

La virtualidad -reflexiona- ha sido el medio en el que se ha desarrollado buena parte de la vida social en los últimos 10 meses en el mundo. “Ahora estamos aprendiendo a reconocer que las relaciones sociales pueden mantenerse por distintos canales, no únicamente de forma presencial”.

Para los ecuatorianos, comenta el sociólogo, la familia cumple un rol central. En otros campos como la educación o el comercio es más probable que estas nuevas formas se mantengan después de la pandemia. “Pero los contactos, en sociedades como la ecuatoriana por seguro volverán a la dinámica anterior”.

Por ahora, la virtualidad es la opción de las familias que, además de evitar aglomeraciones, cumplen con las medidas que rigen hasta Año Nuevo: toque de queda, restricción vehicular y reuniones de máximo 10 personas, entre otras.

Google Meeting, Teams o Zoom son opciones para mantener el contacto en este contexto, indica el especialista Moscoso. Y recomienda que la Internet tenga un ancho de banda de al menos 20 Mbps.

Por las festividades, la plataforma Zoom, por ejemplo, anunció que eliminará el límite de 40 minutos para las videollamadas de cuentas gratuitas en la Nochebuena, Navidad, Año Viejo y Año Nuevo. Así los usuarios se podrán contactar con familiares y amigos, con más tranquilidad.

No olvide

Las interferencias se evitan al silenciar micrófonos. Así se escucha claramente a quienes hablan.

Las actividades deben planificarse en conjunto. Así evitará que la reunión virtual no se torne aburrida. Ceda la palabra a todos.

Antes de la reunión hay que asegurarse de que todos cuentan con la ‘app’ o hayan descargado Zoom u otras plataformas.

En las citas digitales sirve preparar una presentación con fotos, para recordar a cada miembro de la familia o amigos.

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