Redacción Quito
El orden de las cruces en las tumbas, las bóvedas y los pasillos marcan matices diferentes en 10 cementerios de la capital.
Por ejemplo, en el camposanto de La Libertad de Chillogallo, en el sur, las bóvedas están dispersas en un terreno inclinado. Por ahí, María Tarco arrancaba las hierbas que crecieron a un costado de la bóveda de un familiar. Ella calcula que existen 130 tumbas, pues no hay numeración en las bóvedas. El camposanto abrió desde hace 15 años y está poblado por familiares de quienes habitan ese barrio.
Ellos decidieron usar su propio espacio porque en el cementerio Parroquial Santiago Apóstol de Chillogallo, ubicado a 10 minutos de La Libertad, ya no había espacio. “Uno pone sus raíces familiares en el cementerio. Los vecinos decidimos abrir este espacio con el apoyo del sacerdote y gracias a la donación del terreno”, confesó Tarco.
En el ingreso a este camposanto hay una placa de agradecimiento a las personas que donaron el terreno. El motivo principal para abrir este nuevo espacio sacramental, hace no más de 10 años, fue que el cementerio más cercano, Santiago Apóstol, estaba poblándose rápidamente. En una pancarta gigante, en el ingreso a Santiago Apóstol se lee que hay 2 392 cuerpos inertes.
Teresa Velásquez, habitante de Chillogallo, el jueves pasado, revisaba que el nombre de sus padres no conste en la lista de los cadáveres que van a ser exhumados en una fosa común por falta de pago. “Tengo un nicho y pago USD 50. Enterrar a un familiar con todos los gastos puede costar hasta USD 600”.
En este barrio, los vecinos y el sacerdote hacen colecta y participan en la limpia de los pasillos, pintan y reparan las tumbas y colocan flores para la celebración del Día de los Difuntos.
Muchos nichos no tienen lápidas, pero están decorados con flores de vistosos colores. Velásquez calcula que hoy asistirán a la misa campal cerca de 8 000 personas.
Una cifra reducida en comparación con lo que sucede que el cementerio de San Diego, en el sur. En este camposanto, según Kléber Vaca, un trabajador del lugar, hay 52 000 ‘almas’“.
Este sitio es administrado por la Funeraria Nacional, que también tiene a su cargo los cementerios San Diego, El Batán y Colinas del Valle. En los tres espacios existen 86 350 cuerpos enterrados o exhumados.
En San Diego los nichos lucen impecables para la misa campal que se realiza hoy desde las 09:30. Se calcula que asistirán cerca de 100 000 personas. Raúl Simbaña revela que prefirió enterrar a su esposa en este cementerio porque así evitó preocuparse por todos los detalles de la velación que contrató.
Según cálculos de las empresas, en la ciudad hay más de 20 funerarias. Entre ellas están Memorial, Camposanto Monte Olivo, La Paz, Jardín del Valle y Sociedad Funeraria Nacional…
Estas funerarias también ofertan el ataúd, la velación, el entierro o la cremación, los trámites legales, el nicho o fosa, los servicios religiosos, las flores, el carruaje, el arreglo del difunto, la ropa y la cafetería…
Hoy se realizarán misas en los cementerios de San Diego, a las 09:30. En el Batán, a las 11:30 y en Colina de Paz a las 12:30. Pero en el Camposanto Monte Olivo se tiene previsto efectuar una misa cristiana y una misa criolla. En este camposanto de 30 hectáreas el ambiente también es diferente. Hay espacios verdes y es considerado como un cementerio ‘ecológico’.
En las afueras de los cementerios más visitados de la urbe se instalarán carpas para la comercialización de flores y alimentos. Habrá control de la Policía Metropolitana para las ventas ambulantes.