Vicente Pérez aprovechó este sábado 2 de noviembre del 2019 para retocar las letras de las lápidas de sus seres queridos, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Desde lo alto del Cerro del Carmen se extienden los corredores zigzagueantes que confluyen en el Cementerio Patrimonial de Guayaquil. Por esos pasadizos entrecruzados peregrinan cientos de personas rumbo a las tumbas de sus seres queridos.
Las hermanas Pilar e Isabel Ortiz subieron las escalinatas teñidas de blanco y negro, que conectan las bóvedas de la puerta N° 3. Frente al sencillo nicho de Juan Guevara Ortiz, su abuelo que falleció en 1948, elevaron una plegaria.
“El ser humano no muere del todo. Va a un sitio donde Dios lo manda y nosotros esperamos, algún día, su resurrección, como dice la oración del Credo. Esperamos encontrarnos con ellos otra vez”, reflexionó Isabel sin dejar de limpiar la lápida polvorienta.
Este sábado 2 de noviembre de 2019, cuando se recuerda el Día de los Difuntos, el camposanto más antiguo y grande de la ciudad recibió visitas desde las 07:00. Aquí reposan los restos cerca de 500 000 personas y la Junta de Beneficencia de Guayaquil, entidad encargada de la administración del lugar, calcula que en los días de feriado llegarán unos 60 000 visitantes.
El Cementerio Patrimonial de Guayaquil recibió visitas desde las 07:00 de este sábado 2 de noviembre del 2019. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Acompañado por su bastón, Manuel Manzano escaló parte del cerro cubierto por hojarasca para limpiar la tumba donde descansan su abuela, un tío y unos sobrinos. Pero primero embelleció el lugar donde reposa su madre. “Vengo dos veces al año. Vengo en gratitud, en especial hacia mi mamá, porque me crió y me orientó hasta el día de su partida”.
Las flores marchitas fueron reemplazadas por otras frescas en gran parte de las bóvedas. Incluso los mausoleos de expresidentes como Vicente Rocafuerte y Eloy Alfaro fueron adornados con rosas rojas y velas blancas.
Carmen Muñoz y su familia casi no han dormido en estos días por armar cientos de ramos para la venta. Junto a la puerta No. 1 funciona su puesto, donde exhibe los arreglos por los que piden entre USD 1 y USD 3.
“Quisimos subir USD 0,50 pero los clientes no accedieron. No comprenden que las rosas han subido de precio; si antes comprábamos 24 en USD 3 ahora cuestan USD 8 y 10”, dijo sin dejar de formar otros ramos.
El comercio se tomó los exteriores del cementerio. En las aceras se instalaron puestos ambulantes de alimentos, bebidas y diversos artículos. Un tramo de la calle Julián Coronel y otro de la transitada avenida Pedro Menéndez Gilbert fueron cerrados al paso vehicular por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Dentro del camposanto también se ofrecían escaleras para alcanzar los nichos más elevados y el servicio para retocar las lápidas descoloridas. Pero Vicente Pérez prefirió mantener la tradición de cada año llevar sus propios materiales para pintar las inscripciones de sus allegados. “Y a veces también aprovecho para mejorar las que están junto a ellos, de los que casi nadie se acuerda”, contó sin dejar de delinear las letras con su pincel.
Este sábado y mañana el Cementerio Patrimonial abrirá hasta las 19:00. La seguridad fue redoblada por este feriado, tanto dentro como en los exteriores.